Sevilla ya está de Feria de Abril, una de las citas más esperadas. La más agradecida, sobre todo, porque a diferencia de la Semana Santa, la celebración está en las casetas o puestos del ferial: allí dentro no llueve demasiado. Como mucho, caen rebujitos. En una de estas casetas la fiesta era gorda, porque después de años de batalla, habían vencido. Hablamos de Ana Rosa Quintana y su marido condenado Juan Muñoz. El empresario, famoso por extorsionar a exsocios y abogados con vídeos de prostitutas y cocaína, era propietario de uno de estos locales, pero un error administrativo lo había dejado sin poder utilizarlo. La Justicia y el Ayuntamiento, ahora del PP, le han arreglado el litigio. Había que celebrarlo.

¿Quién pasa por la caseta de la familia Muñoz, el consorte de la estrella de Telecinco? Pues personajes de su cuerda. Es decir, gente de derecha extrema y de extrema derecha. También algunos de los "periodistas" de peor reputación del panorama mediático, En general ultras. Uno de ellos, un cachorro de Javier Negre, se ha podido retratar con su ídola. Bueno, ídola, ídola, quizás no. Pero lo bastante importante para hacerle la pelota y mendigar una silla en su universo de programas. Este es Vito Quiles, una de las infamias acreditadas en el Congreso de los Diputados, y habitual agitador de conspiranoias, bulos y otros.

Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz / GTRES

El joven Quiles debía estar flipando: era la primera vez que lo dejaban entrar en un recinto para adultos y no lo mandaban a freír espárragos. Exactamente lo que le pasa cada día en el Parlamento español, en la sala de prensa o en los pasillos del edificio: cualquier representante público con dos dedos de frente rechaza a este señor. Pero Ana Rosa no es así, claro. Lo que para la mayoría de los mortales es repugnante e inaceptable, para ella es... como mínimo, motivo para hacerse un selfie de hermandad. "Que viva la Feria de Sevilla. Y un saludo a los amigos de la fachosfera", escribe el juntaletras. Obviamente, la escena es el hazmerreír de las redes. Por la mera presencia de sus protagonistas, pero también por otro detalle.

Ana Rosa Quintana con Vito Quiles / X

La mueca de gozo de la presentadora es tan marcada que muchos internautas sospechan de los efectos de los antes mencionados rebujitos, que es la mezcla del fino o manzanilla con un refresco de lima-limón. El kalimotxo sevillano, tampoco es que hayan inventado la pólvora. Los dos cócteles se parecen también en las consecuencias: exaltación de la amistad... y carita de felicidad particular. Mejillas infladas, ojos cerrados, sonrisa exagerada, postura corporal floja... Saquen sus conclusiones, como han hecho algunos usuarios de X.

Ana Rosa Quintana de Feria de Abril / X

Un detalle para acabar: los ultras, siempre tan chulos, tratan con delicadeza a sus tótems, reliquias y estatuas. Vito no la toca, ni de lejos. Como si estuviera en un museo. Sobre todo, el de cera.

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