Se ha acabado la espera, el lunes se estrena la nueva etapa de Ana Rosa Quintana en Telecinco. Arranca 'TardeAR', la nueva apuesta de Mediaset para las tardes de la cadena, en sustitución del defenestrado 'Sálvame'. La autoproclamada reina de los matinales vuelve al horario vespertino, a los orígenes, y lo hace con 67 años. Tendría que estar jubilada, pero ella no piensa marcharse a casa. La presentadora y ama del 75% de la parrilla de la cadena pensaba que esta aventura tendría premio doble, el de enterrar a Pedro Sánchez. O cambian mucho las cosas o se quedará con un palmo de narices. Y podría no ser el único zasca: hay cierto runrún sobre la buena marcha del proyecto. Si Ana Rosa fracasa, a Borja Prado y Alejandro Salem se le hunde el chiringuito definitivamente. Se la juegan.
Después de un verano negro y de un retorno a la normalidad poco reluciente, la única buena noticia en los despachos de Mediaset es que 'La mirada crítica' de Ana Terradillos y 'Vamos a ver' de Joaquín Prat están salvando los muebles. Son los últimos reductos de un liderazgo que hoy parece historia antigua. Los dos programas son de su productora, y sus responsables son las niñas de sus ojos. El objetivo es repetir las cifras en horario de tarde, un reto mayúsculo. La hora de la verdad ya está aquí. El morbo está en los audímetros.
Hablando de verdades, la cosa empieza mal. Ya saben que uno de los motivos de la cancelación de 'Sálvame' fue político. Telecinco está colonizada por la derecha extrema y la extrema derecha, y Jorge Javier Vázquez era una piedra en el zapato. Por eso anunciaron que la nueva singladura de Ana Rosa prescindiría de cualquier tipo de contenido u opinión política. Como broma, buenísima. Como realidad, una trampa. Ya sabemos que el lunes por la tarde, entre colaboradores como Alaska, Mario Vaquerizo o Cristina Cifuentes, asistiremos a una homilía de Quintana. Un editorial marca de la casa que se llamará 'FirmAR': tiene que seguir picando piedra a favor de los suyos. Pero hay otro engaño, en este caso de rabiosa actualidad: la moda de la inteligencia artificial. Se han pasado. Este es un frame de la promo del espacio, con una Ana Rosa fake de hace 30 años.
Los retoques han continuado de manera descontrolada con otras imágenes promocionales. Ana Rosa Quintana no parece Ana Rosa Quintana. La manipulación fotográfica se ha comido al personaje hasta convertirla en un ser desconocido. No ha pasado por alto este detalle en redes sociales, gracias a publicaciones como el de la cuenta 'Algo pasa TV'. Aquí vemos dos instantáneas de la presentadora totalmente irreales. Las que sí que son auténticas son las críticas de los haters del programa, que han ofrecido su saludo por adelantado: "FacheAR" , "se pasaron 3 pueblos con el photoshop", "me da repelona todo de esta mujer y de este programa", "ahora tenemos soflamas mañana y tarde"... Un festival. O un festivAR, vaya.