La detención de Juan Muñoz, marido de Ana Rosa Quintana, ha caído como un jarro de agua fría en Mediaset. Callan en Sálvame, callan en los informativos y, como era de esperar, callan en 'El programa de Ana Rosa', conocido en verano como El programa del verano. Mientras la presentadora está "muy tocada" según su círculo más íntimo, esperando en Madrid la declaración que este jueves le tomará el juez a Muñoz, sus compañeros de Telecinco siguen hablando de todo, menos de esta noticia.
El miércoles, el día después de saberse la detención, el presentador sustituto de Ana Rosa, Joaquín Prat, expresó un lacónico "mañana seguiremos informándoles, de todo y sobre todo, pero todo a su debido tiempo." 'Mañana', es decir, el jueves, ha llegado. Y en El programa del verano han seguido informando. De una detención. Pero no de la de Juan Muñoz, sino la de Ángel Boza, uno de los miembros de La Manada después de robar unas gafas de sol e intentar atropellar a dos vigilantes de seguridad.
En el programa han hecho una conexión en directo para hablar con un hombre que los últimos meses aparece día sí, día también, Agustín Martínez, abogado de tres de los miembros del grupo. El tono entre entrevistado y entrevistador era distante, y durante la conversación, el letrado ya le ha soltado al presentador que "yo soy su abogado, no su padre". Muñoz ha asegurado que todo este asunto "no me hace ni pizca de gracia", mientras Prat ha advertido al abogado que analizarían el historial delictivo previo del detenido. Puedes ver la conversación cliqueando en la foto.
El sustituto de Ana Rosa ha seguido afirmando que "de lo que vamos a hablar es de este asunto concreto o de otros que no tienen por qué tener relación. El primero que has hecho o descrito un perfil de la forma que tienen tus clientes de conducirse por la vida has sido tú". Mal día para hacerse el milhombres. Porque Martínez ha aprovechado la ocasión para responderle: "Joaquín, tú habla de lo que quieras... o de lo que te dejen". Así, como quién no quiere la cosa, Muñoz ha insinuado que Prat tiene el freno de mano puesto y que no puede hablar de según qué. El 'zasca' se ha oído en Dolby Surround. Si en aquel momento hubieran mirado la espalda de Prat, probablemente habrían encontrado un puñal clavado. Prat se ha hecho el sordo. No así la red, que no ha tardado en hacer sangre:
Tanta omertá se les está girando en su contra.