Màxim Huerta tiene muchos detractores. Sus tuits, comentarios y procedencia no ayudan a tenerle confianza. Pero el nuevo ministro de Cultura y Deportes puede estar tranquilo. Tiene a Ana Rosa como defensora número 1. La presentadora sabe que las críticas hacia él tienen mucha parte de culpa en ella. Màxim era un chico Ana Rosa, de aquí muchos de los palos que recibe. Quintana, hinchada de orgullo, ha entrevistado hoy a su discípulo. "Y digo yo, ministro Huerta, buenos días," empezaba hoy AR. Y Huerta, dejando atrás su pasado alocado y frívolo del programa con que conectaba, respondía con un lacónico: "Muy buenos días a ti y a todo el equipo".

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¿Primera pregunta de Ana Rosa?: "¿A quién fue la primera persona a la que se lo dijiste"?. La respuesta, evidente: "a mi madre. Reaccionó con ilusión, con un ligero temblor... Las noticias buenas hay que compartirlas con la gente que quieres". Quizás Ana Rosa todavía está dolida por no ser ella la primera en recibir la llamada de su aprendiz.

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Después de hacer un poco los dos de señor Lobo y de dedicarse piropos, tocaba hacer frente al historial de tuits. Publicaciones donde el nuevo responsable de Cultura y Deporte decía cosas como "Las tertulias del procés ya son de chascarrillo. Del miedo a la risa", "Me cago en el puto independentista", "Roja directa!! Puto holandés!!", "¿Todos son negros en Francia?" o "Los independentistas ya han conseguido las suficientes fotos".Quim Torra, por escribir otros tuits, poco menos que le lapidaron. Se ha pedido su cabeza por activa y por pasiva y sus publicaciones pasaron a ser una cuestión de estado en todos los medios unionistas. Ahora, Ana Rosa le aplaude a Huerta que no haya retirado los tuits: "Hay gente que te alaba que no hayas borrado los tuits de ese historial. Y a mi me parece muy bien. Porqué claro, es algo impulsivo, estás allí, contestas a alguien, haces una referencia a alguien, no aparece de donde viene el tuit, ese tipo de cosas...". Ese tipo de cosas. Vaya, vayita. Ahora, los tuits de Huerta son "ese tipo de cosas". Hace un par de semanas los tuits de Torra eran mensajes diabólicos de Satanás. Una diferencia de opinión que no ha pasado desapercibida:

"¿Tuviste tentación de borrarlos?", le pregunta Ana Rosa. "Ninguna. Son mi pasado cultural, personal, familiar... Soy todo lo que he vivido. Algunos son reprobables absolutamente. Eres más visceral desde tu casa. Son tuits, irónicos, simpáticos, fuera de tono, que pertenecen al ser humano. Es como cuando le das un portazo a tu madre y te vas diciendo que 'no puedes más'. Creo en el humor, y que no se critique el humor". Quizás es que no sabemos encontrarle la gracia a sus tuits. Quizás es humor inteligente. Puedes ver la conversación cliqueando en la foto a partir del minuto 4'.

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Probablemente Ana Rosa piense que Humor se escribe con H, de Huerta yTerror se escribe con T, de Torra.