No han pasado ni 24 horas y a Quim Torra ya le silban las orejas por todo lo que le están diciendo desde los medios de comunicación y los partidos unionistas. De xenófobo talibán para arriba, el nombramiento -a falta de investidura- de quien será el 131º presidente de la Generalitat ha hecho sacar punta a sus detractores y el veneno les sale por la boca a una velocidad de vértigo.

ANC

La que se ha despertado ocurrente e inspirada ha sido Ana Rosa Quintana. Probablemente ni haya dormido esta noche pensando en cómo ensañarse con el relevo de Carles Puigdemont en el sitio de honor de la política catalana. ¿Qué característica de Torra ha explotado la presentadora sólo aparecer ante sus espectadores? ¿Los tuits donde Torra hablaba de España? También. Pero lo que ha aprovechado para hacer sangre, y escarnio, ha sido la condición de provisionalidad del nuevo gobierno de la Generalitat y la elección a dedo de Puigdemont. Matar dos pájaros de un tiro.

Ignasi Guerrero

A Puigdemont ya le ha dicho de todo menos bonito, y Quintana considera que la decisión que ha tomado nombrando a Torra como su sucesor, no es más que la de poner un títere o un robot a quien le han programado un sofware a imagen y semejanza de su promotor. Ana Rosa ve a Torra como la voz de su amo, un Puigdemont que en la distancia mueve los hilos.

Así como ella tiene un pinganillo en la oreja para que el realizador le vaya diciendo cosas al oído sobre si hay que ir a publicidad o si un invitado llega tarde, la presentadora ha aprovechado su espacio para hacer un teatrillo que nada tiene que envidiar a aquellas escenas de matrimonio de Pepa y Avelino en Noche de fiesta.

Telecinco

Ana Rosa ha aparecido en su lugar de privilegio en la mesa de El programa de Ana Rosa, y aprovechando que a su derecha tenía a la colaboradora Ana Terradillos, quizás haya pensado: "Ahora vas a ser Ana Torra-dillos y yo voy a ser Ana Rosamont". ¿Por qué? Porque se ha levantado, se ha sacado el pinganillo de la oreja, y le ha dicho a Terradillos:"Esto es como si de repente yo digo, toma, me voy a ir de vacaciones. Toma este pinganillo y yo te voy diciendo todo lo que vas a decir, desde mis vacaciones, y tú vas repitiendo todo lo que yo te diga, pero no se te ocurra sentarte en mi silla"... Terradillos le pregunta, con toda la mala leche que le habrá recomendado Quintana: "Pero..., una pregunta: ¿Yo puedo pensar"?. Respuesta de Quintana: "No. Tú sólo transmite como una cacatúa. Pensar, fuera. De vez en cuando, vienes a verme para que yo te dé unas instrucciones". Terradillos se abona: "De acuerdo... Y si dices tonterías, las tengo que repetir". Pam. Directo a la yugular. Puedes ver el momento cliqueando en la foto:

Telecinco

Es decir, Torra es un muñeco y Puigdemont un manipulador. Desde el plató se escuchaba algún "ja, ja, ja" entre el público, mientras Eduardo Inda sonreía a la izquierda de Quintana con un rictus de estar encantado de conocerse. Qué tertulia más plural. Qué constructiva. Qué debate más serio sobre qué puede implicar el nombramiento de Torra. Ana Rosa está exultante. Ya tiene una nueva víctima. Lo que habría que averiguar, ya que le gusta tanto bromear con los pinganillos, es saber quién hay al otro lado del aparato, si el realizador o alguien que se llama Albert o Mariano.