Tres días después de la noche electoral en Andalucía, el líder de Vox ha concedido su primera entrevista pública. Ana Rosa Quintana ha entrevistado a Santiago Abascal en su programa matinal.
La periodista ha recibido todo tipo de críticas incluso antes de encontrarse con el líder ultraderechista. La audiencia se olía por donde irían los tiros en Telecinco: "A blanquear el fascismo... ¡repugnante!". Y al acabar la entrevista, parece que no iban del todo desencaminados.
Operación Blanqueo de la Ultraderecha.
— Espluguenc de Pro (@MartinezViva) 4 de diciembre de 2018
A blanquear el fascismo, repugnante. Hace siglos que no te veo ni escucho
— patty (@02Sirbel) 4 de diciembre de 2018
Una ocasión única para que te redacte las preguntas el negro que te plagió el libro.
— ® (@nice_hit) 4 de diciembre de 2018
La entrevista de Quintana ha sido un despropósito. Un masaje al nuevo gran líder de la extrema derecha española. Abascal ha podido predicar sin problema su recital de lemas: "Vox no es un partido de extrema derecha, es un partido de extrema necesidad".
El líder de Vox ha explicado que quiere derogar la Ley contra la Violencia de Género porque "no combate la violencia contra las mujeres" y "no quiero una ley que criminaliza en el hombre". A Santiago Abascal tampoco se le ha escapado la risa cuando ha explicado que no es ni homófobo ni racista: "Nos votan homosexuales e immigrantes legales".
Quintana cree que los fascistas también pueden despertar ternura. Ana Rosa quiere demostrar que Abascal es como el yerno que cualquier suegra desearía, y le pregunta por sus aficiones: "Me gusta fotografiar aves y la montaña". La periodista sabe que el presidente de Vox esconde otra afición, que comparte con Felipe González, y le pregunta porlos bonsais. Los dos ríen.
El lado más personal de @Santi_ABASCAL: "Me gusta fotografiar aves y la montaña"https://t.co/ZRom8hlwJt pic.twitter.com/XveTqsxc3X
— El programa de Ana Rosa (@elprogramadear) 5 de diciembre de 2018
Ana Rosa y Abascal han estado a gusto. Tenían ganas de verse, de hablar. Al acabar, la periodista prefiere dejar de lado la política y tirarle los tejos al invitado: "¿Haces pesas?". Que se pare el mundo. Ana Rosa Quintana tiene en frente a un político de extrema derecha y le pregunta si va al gimnasio. Sólo falta que le pida poder tocar sus bíceps. Ana Rosa todavía conserva un poco de vergüenza y prefiere cambiar de tema, con una sonrisa picarona: "¿Es verdad que llevas pistola"?. Abascal prefiere no contestar.
Quintana da por terminada la hora de 'spa' con el presidente de Vox. No sin antes dejar clara una cosa, por si había dudas. "Yo me declaro feminista", explica Ana Rosa mientras comenta que en Navarra los jueces ratifican la sentencia de La Manada.
Abascal se ha marchado satisfecho de la entrevista. Si le hacían daño las cervicales antes de entrar en plató, Ana Rosa le ha solucionado el problema. En el balneario Quintana saben cómo tratar a los clientes.