Ana Sandra Lequio, el bebé más controvertido, ya tiene 2 meses de vida. 60 días que han parecido 60 años. La exposición pública es exagerada, en ocasiones inhumana. Su madre-abuela, Ana Obregón, ha convertido su vida en un circo de tres pistas: desde el momento que nació gracias a un vientre de alquiler en Miami el espectáculo no se ha detenido. El clímax llegó cuando reconoció lo que muchos temían: que era hija del difunto Álex Lequio, fallecido con 27 años víctima del cáncer. Su última voluntad era hacer abuela a Ana y por eso conservó su esperma. Los detalles de la operación, sin embargo, son turbios. La actriz hace un relato que cuesta creer y la postura de Alessandro Lequio, el abuelo-no abuelo, no ayuda. Tampoco el hecho de pagar para traer a una criatura al mundo, de explotar a una tercera persona con la gestación subrogada, de pasarse la legislación española por el arco de triunfo y, no menos importante, que la niña tiene de facto una mamá a punto de cumplir 70 años. El cóctel es bestial.
Unas críticas que ni Obregón ni su legión de incondicionales ni siquiera toleran. Cada vez que alguien osa cuestionarla saltan a la yugular. No es menos cierto, sin embargo, que los comentarios negativos contra Ana tampoco son light, al contrario. Esta historia no acepta equidistancias ni medias tintas. La pequeña va creciendo ajena a todo el sidral. Llegará el día que alguien le tenga que explicar las cosas muy poco a poco, no será fácil. Quizás la Obregón ya no esté cuando llegue el momento, o sí, vete a saber. El impacto será fuerte, pero de momento se está ahorrando un infierno. Lo mejor que le podía pasar, la verdad. Y se nota: la niña está preciosa, te la comerías.
Ana Sandra Lequio, dos meses de vida y una felicitación polémica de su madre-abuela
Anita acaba de celebrar el 'cumplemeses' de la niña, una prueba irrefutable de su obsesión. Redondita, inocente, muy bonita. El texto ya es otra historia: la protagonista no es ella, más bien es Aless Lequio, el padre fallecido. Obregón sigue sin superar su trágica desaparición y proyecta su sufrimiento a través de la pequeña Ana Sandra. Escribe esto:"Mi Aless, tu hija hoy cumple dos meses. Cada segundo de cada día le doy todo el amor que tanto te hubiera gustado poder darle. La abrazo por ti. La cuido por ti. La amo por ti. Y se que tu nos proteges desde allá donde estás durmiendo. Sois los amores de mi vida". El escalofrío no te lo ahorras, seas team Ana Obregón... o no.
Críticas furibundas a la actriz por el mensaje, le dicen de todo
Vivimos una era extraña, la de las redes sociales y la exposición pública 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. Todo lo que no hizo Ana Obregón con Aless es lo que está haciendo con Ana Sandra. Mejor dicho: está haciendo lo contrario. Ya no se enfrenta a la prensa ni lo esconde de los paparazzis. Ahora la paparazzi es ella. Una ocupación que, evidentemente, le genera críticas brutales. Y con motivo de esta polémica felicitación, también. "El vacío no se llena con una vida humana, tendrías que haber adoptado un perrito", "menos publicidad seguro será más sano para ella y desde luego para ti también", "da pena que su mamá natural no esté presente", "apenas dos meses en esta fotografía y ya le ha robado su privacidad", "exhibiéndola como si fuera un trofeo", "explotación"...
La niña es un bomboncito. Todo lo que la rodea, sin embargo, es amargura.