Fumata blanca en Mediaset. En plena revolución había un runrún incesante y sin respuesta firme. La marcha de Ana Rosa Quintana a ocupar el espacio del fulminato 'Sálvame' provocaba un dilema, una toma de decisión sensible: quién ocuparía su poltrona en la mesa política de cada mañana, desde donde dirige a la tropa contra perroxanxé y alimenta la cruzada PP-VOX. Quintana, tras aceptar el encargo de la nueva dirección, calmó a las fieras diciendo que no se marcharía hasta que se celebraran las generales a final de año. Quería la cabeza del presidente del Gobierno decorando su casa. Pero el socialista le chafó la guitarra convocando generales anticipadas el 23 de julio. Ains. Pupita. Y a pensar.
Tampoco crean que haya pensado tanto, ¿eh? Solo tenía que decidir entre dos opciones claras: o más Joaquín Prat, que a veces se le revolvía con el argumentario, o recuperar una pieza clave de su maquinaria propagandística. Una esbirra abnegada y amiga de sus "amigos", un chollo. Se trata de la periodista vasca Ana Terradillos, ex de PRISA y aficionada al poder. Al de todo tipo. Por ejemplo, al más oscuro de todos, en el de las cloacas del estado. Es decir, el comisario Villarejo. Son íntimos. Terradillos fue la sacrificada por el terremoto de la marcha de Sonsoles Ónega a Antena 3, la enviaron a Cuatro a hacer, tiene gracia, de Joaquín Prat. Ahora volverá por la puerta grande, explica Informalia. La rueda de Ana Rosa gira y gira. Y a veces tiene premio.
Ana Terradillos, la nueva Ana Rosa Quintana, íntima de Villarejo
Ahora que Ana vuelve a jugar la champions de la intoxicación televisiva, es buen momento para recordar las conversaciones con el excomisario. Una delicia sobre cómo obtener rèditos por la vía más hedionda: hablaba de "chupar pollas" y le pedía que quería "sacar tajada" y "comer de abogados". Villarejo le ofreció un tesoro: "Te voy en dar varias cosas interesantes para que tú manejes y saques partido con ellas". Gran periodista, ya lo ven. Conecta perfectamente con Ana Rosa, ha hecho de ella durante su convalecencia, le sigue el rollo y es tan extremista como la jefa. En cuestiones anticatalanas, por ejemplo, tiene máster y doctorado en manipulación. Por si alguien ha olvidado cómo las gasta, es bueno refrescar aquel bulo promovido por Abogados Cristianos con el amén del palmero Israel García Juez y a el altavoz Terradillos: "La Generalitat enseña en masturbarse en criaturas de 3 años".
Quintana no se la juega, elige a una soldado obediente y que se sabe la lección
Este es el nivel de la nueva cadena amiga, que ni amiga, ni conocida, ni saludada. Mejor a tres o cuatro metros de distancia, es material peligroso. En todo caso es un premio para una profesional incansable. Incansable trepando, cuando menos. Ana Rosa está tranquila con ella, no le hará ninguna jugada rara. O vete a saber, porque últimamente tiene al gallinero alborotado: sus tertulianos y colaboradores estrella se largan, como Paloma García Pelayo, Cruz Morcillo o Beatriz Cortázar. Es una reina, pero con los pies en arenas movedizas. Un mal gesto y se la traga el barro. Torres más altas han caído.
Terradillos gana la partida y Quintana, de momento, respira.