Es, seguramente, lo mejor de las fiestas de Navidad: perder de vista a Ana Rosa Quintana. La presentadora de Telecinco se ha marchado de vacaciones dejando el barco en manos de Ana Terradillos, periodista de la Cadena SER y colaboradora habitual de la tertulia política de la reaccionaria "reina de las mañanas". No queremos parecer atrevidos, pero se podría decir que, sin ella, el programa es mucho más soportable. De acuerdo, tampoco nos pasaremos: siguen desfilando los mismos tertulianos ultras, como Eduardo Inda, íntimo de Quintana, de su marido extorsivo Juan Bravo y del rey de las alcantarillas, el comisario Villarejo. Pero sí que se puede asegurar, sin miedo a equivocarnos, que la humanidad sale ganando con el cambio. Con un minuto hemos tenido suficiente para comprobarlo. Inda, exaltado como siempre, ha sido humillado por la presentadora sustituta, por pesado y populista. Canela fina.
La cosa ha ido así: el debate giraba en torno a las fiestas y las restricciones impuestas por las comunidades. El de Ok Diario pronunciaba el típico discurso temerario de siempre: en contra de todo, porque nos están robando la Navidad. Para explicarlo utilizaba sus formas de 'chuleta' de taberna y, lo que ha hartado a Terradillos, una cantidad de tiempo eterna y soporífera. La sustituta, que no lo soporta, le cortaba "llevas hablando media hora". Inda se hacía la víctima, claro: "tampoco a ti te gusta lo que digo, pero ¿puedo terminar?". Pues sí, hijo, puedes acabar, pero con un tirón de orejas bien merecido. Ana marca paquete y lo desmonta: "hoy aquí mando yo, guapo. Tienes que hacer lo que yo te diga, no te olvides. Hoy estoy aquí, no estoy ahí, con lo cual a callar". Eduardo seguía 'erre que erre', diciendo que "juegan con los sentimientos, hay mucha gente mayor". La conductora acababa de aplastarlo: "y yo que creo que muchos señores mayores están recomendando a los propios hijos que nos quedemos en casa, que no pasa nada por esta Navidad". Pim-pam-pum. Igualito que Quintana, vaya.
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Telecinco sin Ana Rosa es una fantasía. Lástima que en 15 días despertaremos del sueño y volverá la pesadilla. Pero hoy el ultra se ha ido calentito. ¿Habrá llamado a su ama para lloriquear?