Telecinco ha conseguido el cóctel perfecto: mezclar el triángulo Iñaki Urdangarin-Cristina de Borbón-Ainhoa Armentia con el de Antonio David Flores-Marta Riesco-Olga Moreno. Media cadena de Paolo Vasile ha acampado en el centro de Vitoria-Gasteiz, acosando día y noche a Urdangarin y Armentia en el despacho de abogados donde trabajan, así como en sus respectivos domicilios y los de sus familiares. Hoy han llegado refuerzos, como la reportera de 'El Programa de Ana Rosa' o 'Ya son las ocho', que es famosa por su trabajo televisivo, pero mucho más para ser la pareja del exguardia civil. Bueno, pareja: ahora parece que habrían cortado, según algunas informaciones. El lío se complica cada vez más.
A pesar de la locura que se está viviendo en la capital del País Vasco, Riesco no ha pasado desapercibida. Y en 'Sálvame', que son los más astutos de la clase, han querido aprovechar la ocasión para hacer lo que mejor saben: crear conflicto, 'salseo', un buen pitote. El reportero Kike Calleja ha pillado a Marta en pleno directo y ha conectado con el plató de Jorge Javier Vázquez. La situación era kafkiana: Riesco ha pasado de ser el enemigo a una potencial aliada al saberse que podría haber dejado a Flores, al que nombran como 'El Penas'. Ella parece encantada de la vida con la notoriedad, y se ha sumado al show. ¿Cómo? Buscando bronca con una colaboradora estrella: Anabel Pantoja.
La periodista ha anunciado que ha demandado a Anabel por hacer público un hecho del pasado y que tuvo lugar en Cantora, la finca de Isabel Pantoja. Hace un tiempo, durante una fiesta de Fin de Año, encontraron a dos mujeres manteniendo relaciones en un sofá propiedad de la cantante. Una de ellas sería Riesco, la nueva estrella de Telecinco. Kiko Rivera fue el que explicó el hallazgo (sin dar nombres) en un programa de la cadena acusando a su hermana Isa Pi de haber permitido que sus amigas protagonizaran este hecho. Dicen que las pilló Anabel Pantoja, o eso dijeron en su día. Sea como sea, el tema ha vuelto a ponerse sobre la mesa con el estallido del culebrón Riesco-Flores. Y Marta ha pasado a la acción, poniendo demandas sin miramientos. La primera, a la influencer, anunciándola en directo en un encontronazo muy tenso. Riesco: "Te voy a llevar al banquillo, como a tu tía. Voy a por ti por lo civil y por lo penal". Pantoja: "Demándame, mosquita muerta, mamarracha".
La discusión no ha calmado los ánimos. Cuando menos los del Anabel, visiblemente nerviosa y afectada. Ha ido a la guerra pero no demasiado preparada. Y ha reventado al salir del estudio, totalmente enloquecida, gritando a sus compañeros de profesión. Un clásico para la Pantoja, que ha vuelto recientemente al programa después de haberlo abandonado hace meses y con la intención de no volver jamás. No ha durado demasiado este compromiso, y ha vuelto a probar el sabor más amargo de este campo de batalla.
Ojalá una declaración de Urdangarin en bicicleta apoyando a Marta Riesco o Anabel Pantoja. Es el crossover que nos merecemos.