Bernardo Pantoja no está bien. El padre de Anabel Pantoja pasó más de 100 días ingresado en el hospital y no remonta. Toda la familia está muy pendiente de su evolución. Por este motivo se ha criticado duramente a la colaboradora de ‘Sálvame’. En vez de estar al lado de su padre en estos momentos tan difíciles, ha disfrutado de un verano de ensueño y grandes lujos al lado de su nuevo amor, Yulen Pereira.
Nadie da ningún detalle sobre el estado de salud de Bernardo, ni tan siquiera Junco, la esposa japonesa del padre de Anabel. Según varios rumores, sería la ex de Omar Sánchez quien le habría prohibido facilitar información a la prensa. Con boca cerrada no entran moscas. Sin embargo, Junco ha atendido a una llamada telefónica de Informalia. "No puedo decir nada, solo que Bernardo va bien, gracias por preguntar. Lo siento, pero no haré declaraciones, espero que me comprenda”, les contesta.
Anabel Pantoja prohíbe a Junco a hablar, tampoco quiere que visiten a Bernardo
En la conversación, Informalia escucha los gritos de Bernardo Pantoja reclamando a Junco. Es en ese momento cuando la mujer se despide de Informalia de forma apresurada para atenderle. El hermano de Isabel Pantoja se encuentra postrado en la cama por problemas derivados de su diabetes. Bernardo está mal y solo. Casi nadie se acerca a verle. Ni su propia hija Anabel, ni sus hermanos Isabel y Agustín. Ninguno de los dos se presentó al hospital donde estuvo ingresado más de tres meses.
Bernardo sabe que Anabel Pantoja prohíbe algunas vistas, algo que él mismo no entiende. Parece que esté en la cárcel. Sin embargo, no está bien y no quiere problemas, no tiene fuerzas de discutir. Desde que salió de ‘Supervivientes’, esa persona que no deja a otras acercarse, tan solo ha visitado a su padre en una ocasión y solo estuvo una hora aproximadamente.
Junco se ve completamente sola, no puede más. Esta agobiada y carece de ayuda, ella sola no puede con todo. Los cuidados cada vez son mayores. La mujer de Bernardo no ha hablado en ningún momento, no obstante, fuentes cercanas a ella cuentan que no está contenta con la situación y echa de menos la presencia de los familiares de Bernardo, Isabel, Agustín y Anabel.
La familia de la nipona está mucho más unida que la de los Pantoja, totalmente desestructurada. Junco se siente un cero a la izquierda. Nadie la tiene en cuenta y es la que más arrima el hombro.
"Junco no puede más”., dice el reportero José Antonio León tras hablar con varias personas del entorno Pantoja. "Bernardo está en cama, la misma que tenía su madre en Cantora y que le llevaron antes de que Anabel se fuera a Supervivientes. Le tienen que ayudar a todo y lo cuidan entre Junco y un matrimonio que paga Anabel, pero eso ya no es suficiente. El trato de Bernardo no es fácil y Junco ha pedido a la familia que lo lleve a una residencia", cuenta el periodista.