Si para la mayoría 2020 ha sido un año pésimo, para Anabel Pantoja ha sido una auténtica mierda, con perdón. Se ha roto el peroné haciendo surf, tuvo que cancelar su boda por el coronavirus y se ha enemistado con los compañeros de 'Sálvame' por la guerra familiar entre su tía a Isabel y su primo Kiko Rivera. También ha tenido que soportar burlas por engordar, la han pillado borracha haciendo vídeos en las redes y llegó a confesar ser adicta a los barbitúricos. Afortunadamente, el año "solo" ha tenido 366 días, que si por alguna razón llega a tener más, no sabemos qué le hubiera pasado. Eso sí, ha querido exprimir hasta la última gota de la mala suerte y, en las postrimerías de 2020, ha encendido la traca final. Si nos estás leyendo, ánimo. Debe ser complicado pasar estos días en el hospital con un menú basado en laxantes, y yendo y viniendo al inodoro. Infructuosamente, para su desgracia.
La miniPanto ha pasado de emular a Ana Obregón con sus 'posados' a ir corriendo a urgencias porque está estreñidísima. Según explicaron en 'Sálvame', la cosa viene de lejos, y lleva mucho tiempo sin poder evacuar. Serán los nervios, serán los medicamentos para su pierna maltrecha o la mala leche que gasta, pero el caso es que no hay manera. Y lo que puede parecer una broma se ha convertido en un problema de salud preocupante, y la han vuelto a ingresar. Si en 72 horas no consigue deshacerse del tapón, "habrá que desatascarla" mediante una intervención quirúrgica, han dicho los facultativos. Lo que le faltaba para redondear el año, vaya. La protagonista ha compartido este nuevo aprieto en Instagram con una imagen que no deja mucho espacio a la imaginación. Lo hacía con una buena dosis de humor, hablando de 'Pantoatasco'. Mientras tanto, en T5 se mofaban de ella.
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Anabel tendrá que cambiar las chocolatinas que siempre lleva en el bolso por laxantes. Mucha mierda, amiga.