El patrimonio de Jesulín de Ubrique vuelve a ser noticia, y esta vez la protagonista es su hija mayor, Andrea Janeiro, quien se posiciona como beneficiaria de la emblemática finca 'Ambiciones', tasada en 5 millones de euros. Mientras el torero sigue sumando polémicas con su tensa relación con su ex pareja, Belén Esteban, su legado patrimonial revela detalles que podrían incomodar a su entorno familiar, especialmente a su esposa, María José Campanario. Desde hace años, Belén Esteban ha dejado claro que Jesulín de Ubrique ha cumplido con sus deberes paternales solo "porque la ley lo obliga". Ahora, esa misma ley pone en el centro a Andrea Janeiro, quien, según las normativas de herencia en España, recibirá dos tercios de Ambiciones, la propiedad más icónica del torero.
Esta finca, comprada en 1990 por el matador en el apogeo de su carrera, se extiende por 300 hectáreas e incluye una lujosa residencia de 2.000 metros cuadrados, con diez habitaciones, salas de juegos y un impresionante salón de trofeos que exhibe los logros de Jesulín en los ruedos. En los últimos años, el torero ha optado por rentabilizar la propiedad, alquilándola para eventos y celebraciones privadas. Lo que muchos desconocían es que, pese a la distante relación entre Jesulín y su hija mayor, el reparto de la herencia la deja en una posición privilegiada. Esto podría generar tensiones con la otra parte de la familia del torero, especialmente con Campanario y sus tres hijos en común, quienes podrían recibir una porción menor del patrimonio.
El imperio de Jesulín de Ubrique: más allá de Ambiciones
'Ambiciones' no es el único activo del torero. Jesulín también posee una lujosa vivienda en la urbanización Arcos Gardens, en Cádiz, donde reside con Campanario y sus hijos. Esta casa, valorada en un millón de euros, cuenta con amplias zonas de entretenimiento, cuatro habitaciones y dos baños. Además, en su portafolio inmobiliario figura la Casa El Torero, ubicada en El Bosque, la cual es alquilada durante la temporada vacacional.
Más allá de sus propiedades, Jesulín ha diversificado su fortuna mediante inversiones en negocios. Taurovox SL, su empresa dedicada a la organización de eventos, ha registrado activos de 694.000 euros, mientras que Correcostas 122 SL, orientada a actividades recreativas, alcanza un valor de 140.000 euros. Estos ingresos le han permitido mantener su estabilidad económica, incluso cuando su presencia en los ruedos ha disminuido.
Un futuro asegurado para Andrea Janeiro
Mientras el debate sobre la equidad del reparto patrimonial sigue en el aire, lo cierto es que Andrea Janeiro tiene asegurado un futuro financieramente estable. Con la herencia de su padre y el respaldo económico de su madre, Belén Esteban, la joven puede mirar al futuro sin preocupaciones económicas. Esto es posible gracias al legado que le corresponde por derecho como hija de dos figuras públicas de renombre. A pesar de la distancia que ha marcado su relación con su padre, está claro que Andrea recibirá una parte considerable de su fortuna, lo que no solo la ayudará a consolidar su estabilidad financiera, sino que también reforzará su posición dentro del entramado familiar y financiero de los Janeiro.