Después de atravesar un grave problema cardíaco que puso su vida en riesgo, Jesulín de Ubrique parece haber experimentado un cambio significativo en su perspectiva. Este evento crítico lo ha llevado a replantearse aspectos fundamentales de su vida, incluyendo su relación distante con su hija mayor, Andrea Janeiro. Tras años de alejamiento, el torero ha decidido dar un paso adelante, pidiendo perdón y expresando su intención de recuperar el tiempo perdido con Andrea, quien creció prácticamente sin su presencia.
Una noche que marcó un antes y un después
Hace unas semanas, Jesulín vivió un episodio que transformaría su vida. Durante la madrugada, comenzó a experimentar un intenso dolor que inicialmente atribuyó a una contractura muscular. Sin embargo, este malestar se intensificó rápidamente, acompañándose de síntomas como fatiga, náuseas y punzadas agudas en el cuello. En una entrevista con la revista “¡Hola!”, el diestro confesó: “Sentía un malestar general, ganas de vomitar, y los dolores eran como si me estuvieran golpeando sin cesar. Pensé que era una contractura muscular, pero, a las tres y media de la mañana, el dolor se volvió insoportable. Es algo que no sé cómo describir.”
Ante esta situación, Jesulín acudió de urgencia al Hospital Regional de Málaga, donde fue atendido y diagnosticado con una angina de pecho. Este diagnóstico, que pudo haber tenido consecuencias fatales, impactó profundamente al torero, quien se enfrentó al temor de perder la vida. Según personas cercanas a él, este episodio lo llevó a reflexionar sobre sus prioridades y a reconsiderar aspectos clave de su historia personal, como su distanciamiento con Andrea, una herida abierta que ha sido motivo de especulación pública durante años.
Un vínculo roto y la búsqueda de reconciliación
La relación entre Jesulín y Andrea ha estado marcada por la ausencia. La joven, hija de Belén Esteban, ha crecido lejos de la familia Janeiro, un hecho que su madre ha mencionado en diversas ocasiones. Andrea, por su parte, siempre ha optado por mantenerse alejada de la atención mediática, evitando hablar tanto de su padre como de los acontecimientos que marcaron su infancia. A pesar de la distancia emocional, el torero parece decidido a reconstruir este vínculo y sanar las heridas del pasado.
Un acercamiento incierto
Jesulín habría manifestado su intención de reunirse con Andrea cuando regrese a España, y se sabe que ya ha intentado contactarla tras su recuperación. Este intento de acercamiento ha generado distintas reacciones, especialmente por parte de Belén Esteban, quien ha optado por no pronunciarse públicamente al respecto. Aunque Belén siempre ha defendido que lo único que desea es el bienestar de su hija, queda por ver si Andrea estará dispuesta a aceptar este acto de arrepentimiento por parte de su padre.
El desenlace de esta historia dependerá, en última instancia, de Andrea. La joven deberá decidir si está lista para abrirle un espacio a Jesulín en su vida o si las heridas del pasado pesan demasiado. Por ahora, el futuro de esta relación sigue siendo incierto, pero el torero parece haber encontrado en su reciente experiencia una motivación para intentar cambiar las cosas antes de que sea demasiado tarde.