El regreso de Belén Esteban a la televisión pública ha levantado más que expectativas: ha generado preocupación, tensiones y advertencias. En especial, en la familia Janeiro, que ya percibe el renovado foco mediático como una bomba de relojería. Pero no ha sido Jesulín de Ubrique ni María José Campanario quienes han dado el primer paso para evitar el escándalo. Ha sido Andrea Janeiro  quien ha tomado el control de la situación.

Andrea, que desde su mayoría de edad ha insistido en mantenerse fuera del foco mediático, ha sido contundente con su madre. Le ha pedido, una vez más, que no mencione ni a su padre ni a su entorno. Esta solicitud no es nueva, pero cobra fuerza ahora que Belén regresa con fuerza a la televisión, esta vez de la mano de TVE, en un formato que promete remover los cimientos del mundo del corazón.

Andrea Janeiro frena a Belén Esteban antes del estreno de "La familia de la tele"

La cadena pública apuesta fuerte con su nuevo programa vespertino, "La familia de la tele", presentado por María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua. Una mezcla explosiva de información rosa, humor ácido y recuerdos de la época dorada del cotilleo. Y en el centro del huracán: Belén Esteban. Con un presupuesto de 6 millones de euros para 65 episodios, la presión para generar contenido atractivo es evidente. Pero Andrea ha decidido que su nombre, su historia y la de su padre no formarán parte del espectáculo.

Fuentes cercanas revelan que, incluso antes de que comiencen las grabaciones, la joven habría mantenido una conversación privada y tensa con su madre para recordarle el pacto no escrito que mantienen desde hace años: silencio absoluto sobre su vida privada. Esta vez, según apuntan desde el entorno de la colaboradora, Andrea ha sido clara. No quiere polémicas, no quiere titulares, y mucho menos, quiere ser arrastrada a un circo televisivo justo ahora que Belén regresa con foco nacional.

Jesulín de Ubrique y María José Campanario, en máxima alerta por el regreso mediático de Belén Esteban

La situación también ha puesto en guardia a Jesulín de Ubrique y a su esposa, María José Campanario. Temen que la cercanía de Belén Esteban a un programa de tanta exposición vuelva a colocar sus nombres en el ojo del huracán. Ya han dejado claro que vigilarán cada palabra que se pronuncie y no descartan recurrir a acciones legales si consideran que se vulnera su intimidad.

No es la primera vez que Belén ha desafiado públicamente a la familia Janeiro. Basta recordar uno de sus mensajes más incendiarios en Instagram: “Si hablara, no podríais salir a la calle de vergüenza”. Un dardo directo que no pasó desapercibido. Sin embargo, ahora, ha optado por mantenerse al margen. ¿La razón? Andrea. La joven ha sabido ejercer una autoridad moral que ni abogados ni contratos televisivos han logrado imponer. Este silencio, sin embargo, es frágil. Los precedentes hablan por sí solos. En más de una ocasión, Belén ha prometido guardar silencio… para luego romperlo con declaraciones que generan una tormenta mediática.

El verdadero dilema está por comenzar. Belén Esteban es una figura que genera audiencia precisamente no por lo que calla, sino por lo que insinúa. Aunque se autocensure, la tensión narrativa que aporta su historia con Jesulín es oro televisivo. Y TVE lo sabe. En una guerra de audiencias contra “Y ahora Sonsoles” y “El diario de Jorge”, todo vale… incluso las medias verdades, los silencios elocuentes y las indirectas envenenadas.