Este verano ha habido máxima preocupación por la salud de Jesulín de Ubrique. El torero sufrió un traspiés de salud, uno de tantos, ya que en las plazas de toros ha temido por su vida en más de una ocasión. Pero en esta ocasión había sufrido un microinfarto mientras estaba relajado de vacaciones con María José Campanario.
Jesulín de Ubrique atraviesa uno de sus momentos más dulces a nivel personal y profesional. Tras colgar el traje de luces decidió labrarse un hueco en televisión con la ayuda de Pablo Motos. Ha participado en varios programas de televisión y ha conseguido blanquear su imagen, dañada por las declaraciones que Belén Esteban ha hecho sobre él durante dos décadas. Por otro lado, el marido de María José Campanario dio a luz a su cuarto hijo, el tercero con la odontóloga. Un nacimiento prácticamente inesperado, ya que a esa edad no buscaban absolutamente nada, ya habían cerrado el equipo.
Jesulín de Ubrique no podrá desheredar a Andrea Janeiro
Belén Esteban siempre ha tenido desencuentros con Jesulín de Ubrique porque supuestamente el torero nunca se habría ocupado de la manutención ni la educación de su hija. De hecho, la colaboradora quiso dejar claro que es ella quien financió todos los estudios de Andrea ni quien le ha pagado el master en Estados Unidos. Para ella hay un trato claramente diferencial entre los hijos con María José que con su hija.
Jesulín de Ubrique nunca ha mencionado a Andrea Janeiro ni a Belén Esteban en sus entrevistas, aunque siempre ha dejado claro algo que sabe toda España, “tengo cuatro hijos”. Y es que aunque el torero no ponga a la futura comunicadora en su testamento, tiene derecho a llevarse un buen pellizco por el simple hecho de ser su hija legítima.
Según figura en la ley española, una vez muerto el progenitor, establece una división entre la herencia legítima y la última voluntad del fallecido. La primera señala que todos los hijos tendrán derecho a dos terceras partes del patrimonio, las cuales no podrán anularse en ningún caso, salvando algunas excepciones, aunque en este caso no se cumple ninguna de ellas. La segunda prevé que el padre o madre puede dividir su patrimonio entre sus hijos como le venga en gana, respetando siempre la herencia legítima.
Aunque Jesulín de Ubrique no quiera, una parte de todo su patrimonio siempre irá destinado a Andrea Janeiro. Ahora deberá repartirse toda la herencia en cuatro partes en vez de tres. No obstante, Belén Esteban ha dejado claro que a Andrea Janeiro no le interesa la herencia de su padre, además con todo el dinero que le puede dejar la de Paracuellos tiene más que suficiente.