Hace solo unos días, España permanecía expectante por la salud de Jesulín de Ubrique, el conocido torero. La noticia de que había sufrido un microinfarto lo llevó de urgencia al hospital, donde recibió atención inmediata. Afortunadamente, tras algunas horas bajo observación médica, los doctores decidieron darle el alta. Sin embargo, la incertidumbre no se despejó de inmediato, ya que fue recién una semana después cuando su esposa, María José Campanario, compartió algunas reflexiones sobre lo sucedido.
En ese momento, María José, visiblemente afectada por la situación, expresó a los medios lo difícil del episodio. En una conversación con ‘La Razón’, comentaba: “Jesús está bien, lo tienen bajo observación. No puedo decir mucho más... Agradezco tu llamada y repito que está mejorando, todo está bien, gracias a Dios. Estamos intentando que descanse”. Estas palabras reflejaban la tensión y el nerviosismo que ambos vivían en esos instantes.
Durante esa semana, Jesulín y María José se encontraban disfrutando de unas vacaciones, cuando de repente él comenzó a sentirse mal. Las primeras pruebas realizadas por el equipo médico indicaban que había sufrido un microinfarto. Aunque este diagnóstico era preocupante, la rápida intervención de los médicos permitió que la situación no pasara a mayores, y, tras pasar un tiempo en observación, Jesulín pudo regresar a casa. El susto fue significativo, pero todo quedó bajo control gracias a la prontitud con la que actuaron tanto el torero como su esposa.
Pasados unos días, María José decidió compartir su agradecimiento en redes sociales. Con el susto todavía reciente, escribió: “Aún con el miedo en el cuerpo, quiero agradecer a todos por los mensajes y llamadas que hemos recibido, incluso a quienes no pude atender, por vuestra preocupación por Jesús”. También se mostró profundamente agradecida con el equipo médico del Hospital Carlos Haya que atendió a su esposo, incluyendo a los médicos, enfermeros y auxiliares.
Además, María José agradeció a los medios de comunicación por el respeto con el que trataron la noticia, destacando: “De corazón, gracias. Ahora necesitamos descansar. Esperamos que lo comprendáis. Carpe Diem”. Poco después, añadió una reflexión personal: “No des nunca nada por sentado. La vida llega, te abofetea y te pone de pie”.
Reconciliación entre Jesulín y Andrea Janeiro
No es la primera vez que Jesulín ha tenido problemas de salud. Hace algunos años, ya había tenido que retirarse temporalmente de los ruedos debido a una arritmia que le fue diagnosticada. En aquel entonces, describió cómo, de repente, sintió una rigidez en el cuello y los músculos, lo que le dificultaba respirar, aunque pudo llegar a la enfermería por su propio pie.
A sus años, Jesulín reflexiona sobre lo impredecible que puede ser la vida. Este nuevo susto le ha recordado lo breve que puede ser la existencia y cómo, en un instante, todo puede cambiar. Ahora, con una perspectiva más madura, el torero busca mantener la paz con quienes le rodean y disfrutar de un momento de plenitud, especialmente con la llegada de su cuarto hijo, el tercero con María José Campanario. Asimismo, Jesulín ha expresado su deseo de reunir a toda su familia, incluyendo a su hija Andrea Janeiro, a quien le gustaría invitar a pasar tiempo con ellos cuando regrese de Estados Unidos. De hecho, Andrea se habría puesto en contacto con él tras enterarse de su problema de salud, mostrando preocupación por su estado.
Parece que la familia ha hecho las paces y ha acercado posturas. En los últimos años se han dado cuenta que no merece la pena estar enfadado. Andrea quiere pasar tiempo con su padre y con sus hermanos. Belén Esteban también hace tiempo que dejó de un lado la guerra y se ha preocupado por el estado de salud de Jesulín de Ubrique.
"Yo lo que quiero es que esté bien él, María José. y el cuidador. Les deseo que les vaya bien, porque yo a ver... Habré podido tener mucho líos, pero yo no le deseo el mal a nadie. Solo espero, solo espero que esté mucho mejor y que María José también ha pasado un trago", concluyó Belén Esteban.