No es ningún secreto que Belén Esteban vivió unos años muy oscuros, en su momento más álgido de la fama. La colaboradora de ‘Sálvame’ ingresaba grandes cantidades de dinero y no supo gestionar tanto éxito. Su representante, Toño Sanchís, se aprovechó de ella económicamente y no la llevó por el buen camino. La de Paracuellos agradece a toda su familia el cariño que le mostraron en el peor momento de su vida, por este motivo no quiere hablar de este asunto porque sabe que les hace daño. Fue un episodio que prefieren no revivir. Por primera vez habló abiertamente en televisión de ello, lo hizo en el espacio de Pablo Motos. "A mi marido no le gusta que hable del tema pero es una cosa que ya estoy harta de esconder porque yo me he podido recuperar y el que quiere se recupera. Yo ahora tengo una vida maravillosa. Yo antes no me podía mirar al espejo, pesaba 42 kilos", recordaba.
La semana pasada habló abiertamente de ello en el programa ‘Col.lapse’ de TV3. "Estuve muchos años pero mi vida cambió completamente porque yo quería salir. Yo buscaba la palabra libertad pero era muy difícil", comenzaba reconociendo.No quiere echar la culpa a nadie pero reconoce que después de dejar las drogas dejó de relacionarse con ciertas personas: "Cuando dicen "las compañías", yo digo, no cariño, tú tienes una adicción porque tú quieres tenerla. Yo, cuando me quité, hice una limpieza de gente pero yo no puedo echar la culpa a nadie".
Belén Esteban habla por primera vez de las drogas
No quiso dar nombres pero asegura que hay una persona que la tentaba constantemente. "Es verdad que una persona conocida, yo iba a un programa de televisión y me hacía así [hace el gesto como de que le enseñan una bolsita con droga]. Yo había veces que no tenía que ir y he ido", reconocía.
Belén Esteban asegura que Toño Sanchís se aprovechó de ella y la vendió. Le descubrió gracias a su marido, Miguel Marcos. “Vendió mi muerte. Eso fue muy duro porque era una persona que yo adoraba. Era mi sombra”, comenzó diciendo la tertuliana. “Tuve mucha ayuda. Siempre lo cuento, con mis jefes Raúl Prieto, Carlota Corredera y David Valdeperas. Y luego tienes que tener ganas. Me ayudó mucho mi familia”.
La colaboradora no quiso que esto afectase a su hija. Andrea Janeiro era muy pequeña, pero era consciente de todo. Incluso la estudiante comunicó la situación a su padre. Jesulín de Ubrique se preocupó por la situación de la madre de su hija y por la propia Andrea, pero esto es un asunto que toda la familia calla.