El año apenas comienza, pero las tensiones familiares de los Janeiro ya están dando de qué hablar. Andrea Janeiro, la hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, ha dejado Madrid profundamente afectada tras constatar, una vez más, el desprecio de su padre hacia ella. Ni una llamada ni un mensaje durante las Navidades, una situación que la joven lleva soportando durante años, pero que esta vez ha terminado de romperle el corazón. Belén Esteban, incapaz de guardar silencio, explotó en su programa de televisión, dejando claro que Jesulín no cumplió ni con lo más básico hacia su hija en estas fechas tan significativas. “Por no hacer, ni la ha llamado en estas Navidades. Si no lo digo, reviento. Me callo por ella”, confesó la colaboradora visiblemente enfadada.
Felicidad familiar interrumpida: la sombra del rechazo paterno
Las pasadas fiestas navideñas fueron un oasis de felicidad para la familia de Paracuellos. Andrea, quien actualmente vive y trabaja en Estados Unidos como Community Manager, regresó a España para pasar unos días con su madre y su abuela, en lo que parecía ser una celebración familiar perfecta. Sin embargo, la sombra del rechazo paterno empañó el ambiente. Belén, emocionada por la llegada de su hija, no perdió la oportunidad de lanzar un dardo hacia los Janeiro en sus redes sociales: “Yo tengo a todos los míos en casa. Ojalá otras personas pudieran disfrutar como yo. No sabéis lo que os perdéis. Pero, yo os deseo feliz Navidad". Pese a las risas y abrazos que compartieron, Andrea volvió a su vida al otro lado del Atlántico con un profundo pesar.
Andrea Janeiro: entre el orgullo de su madre y el vacío de su padre
La despedida fue devastadora. Belén Esteban, entre lágrimas, confesó que ver partir a su hija cada vez se le hace más difícil. “Hoy se ha ido la persona que yo más quiero y sé que soy muy exagerada. Cada vez son más duras las despedidas, no puedo verla irse. Me harto de llorar”, declaró con tristeza. Y agregó: “Es el orgullo más grande que tengo. Se me rompe el corazón cuando se va”.
Pero si algo pesó más en esta visita fue la dolorosa confirmación de Andrea: su padre sigue ignorándola. La joven, que siempre ha mantenido un perfil bajo, evita hablar públicamente de Jesulín, pero su entorno asegura que el desinterés del torero ha dejado cicatrices profundas en ella. Ni siquiera un mensaje de felicitación o una llamada para desearle feliz Navidad llegó desde Arcos de la Frontera, Cádiz. Este último desplante no ha pasado desapercibido, y los rumores de una nueva tensión entre Belén Esteban y Jesulín ya están en el aire. Mientras tanto, Andrea regresa a su vida en Estados Unidos, tratando de sobrellevar el vacío emocional que, a estas alturas, parece irreparable.
Belén Esteban no se cansa de repetirlo: su hija es su mayor orgullo. Sin embargo, no puede evitar sentir rabia e impotencia al ver cómo Jesulín, quien debería ser un apoyo para Andrea, continúa ausente. Ahora, con Andrea lejos y Belén rota de dolor, la pregunta que queda en el aire es si Jesulín de Ubrique dará algún paso para reconectar con su primogénita o si continuará alimentando una distancia que, al menos para Andrea, parece insalvable.