Este domingo por la noche, mientras Inés Arrimadas y Vicent Sanchis se sentaban el uno ante la otra y no se dijeran, precisamente, palabras demasiado bonitas, los que sí demostraban estar muy enamorados eran Andrés Iniesta y Anna Ortiz. La pareja, que desde hace unos meses vive felizmente en Japón con sus tres hijos, Valentina, Paolo y Siena, debido a la nueva aventura futbolística del jugador, recibió a Jesús Calleja y su Planeta Calleja de Cuatro.

Cuatro

El exazulgrana es uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. La unanimidad en este sentido es clara. Pero la grandeza del de Fuentealbilla viene marcada no sólo por sus éxitos profesionales y su talento, sino también por su talante. Respetuoso con todo el mundo, querido por compañeros y rivales, su carácter le ha servido para ser al mismo tiempo respetado allí donde va. Otro rasgo distintivo de su personalidad es el hermetismo a la hora de expresar opiniones o revelar aspectos de su vida íntima. Pero Calleja le ha conseguido sacar una confesión: como se enamoraron él y su mujer.

@andresiniesta8

El jugador del Vissel Kobe y la decoradora de interiores de la firma "Cotton te bois" se conocieron muchos años atrás, cuando él era el "8" del Barça y ella, antes de ser peluquera y estudiante de asesoría e imagen, trabajó de camarera en un bar de Mataró. Y lo que para uno fue una llama inmediata, para la otra fue un enamoramiento a fuego lento: "Yo le eché el ojo y fui a la caza. Flechazo mortal. La calé y luego hice un trabajo exhaustivo". Pero había una piedra en el camino. Consiguió el teléfono gracias a un amigo y le envió un mensaje, cuyo contenido reveló la receptora del mensaje, risueña: "Hola, soy Andrés, nos conocimos el otro día. Y yo: 'Ay, mama, papa, que me ha escrito Andrés'". Problema: Anna tenía pareja. "Respetaba lo que tenía", dice, mientras él se lamenta socarrón: "No me daba bola".

Cuatro

¿Cómo y dónde surgió la certeza para Anna Ortiz de que ella también se había enamorado de Iniesta? Precisamente, donde viven ahora, en Japón. El Barça había ido de gira al país nipón y el jugador le llevó un avión de regalo, "porque aquí los aviones se llaman Ana, y me escribió una carta", explica. Un avión que Iniesta le regaló en un lugar no muy romántico... "en una gasolinera a la entrada de Mataró". "No hace falta que lo cuentes todo", le recrimina Iniesta entre risas: "Se tiró dos horas de caravana para venir, darme eso e irse. Y en ese momento, después de haber estado dudando si ir o no ir, llegué a casa y le dije a mí hermana: 'Marta, me he enamorado'", afirma Ortiz. Puedes ver el momento cliqueando en la foto:

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Un amor que perdura. "Ay, que enamorada está aún", sentencia Calleja después de preguntarle a ella si no es un poco aburrido vivir con un futbolista de élite, sin poder ir tranquilamente a los sitios y que lo reconozcan, y ella negarlo rotundamente con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando Iniesta dejó el Barça, el homenaje que le hicieron llevaba el nombre de "Iniesta infinito". Viéndolos juntos, lo que también parece infinito es su amor.