Si la reina Isabel II de Inglaterra tiene el agente James Bond a su servicio para salvaguardar la seguridad nacional, Felipe VI tiene a Álvaro de Marichalar para mantener la unidad de España. Desde que el proceso soberanista catalán se acelerase en 2017 es bastante corriente ver al excuñado de la infanta Elena recorriendo Barcelona y exorcizando indepes.
El agente Marichalar tiene una agenda muy llena. Sus misiones para asegurar la unidad de España son diversas. Desde el acoso a periodistas y políticos británicos por un "Gibraltar español", hasta el hito de llamar a Puigdemont "criminal" en siete idiomas diferentes, pasando por la defensa encarnizada de mantener a Franco en el Valle de los Caídos.
Pero estos hitos le han generado detractores y este mismo fin de semana, Álvaro de Marichalar explicaba a El Español que los Mossos habían intentado acabar con su vida.
Andreu Buenafuente, que no pierde una, se ha hecho eco del caso y lo ha querido comentar en el Late Motiv del canal #0 de Movistar. El de Reus lo presenta como un héroe: "Él solo va a arreglar el problema de España". El nuevo Cid Campeador acabará teniendo una estatua en la Puerta del Sol. “No necesita a nadie más. Va a Catalunya y en un tono muy amable invita a que el independentismo se retraiga. ¿Lo consigue?”, se pregunta Andreu en tono jocoso. La respuesta es obvia: "¡NO!".
El público se parte de risa y el humorista catalán pone el dedo en la llaga: “Álvaro ha explicado una historia digna de James Bond, porque no deja de sorprender. En su caso, el agente 007 de alcohol en sangre”. Aunque Marichalar asegura que no es alcohol lo que corre por sus venas, sino adrenalina. La que le inyectó la policía catalana para asesinarle. "Dice: Los Mossos me pincharon adrenalina en los pulgares para matarme de un infarto. Maravilloso".
Marichalar está paranoico, pero su locura hace que el público del Late Motiv estalle a carcajadas. Buenafuente se mofa todavía más: "Adrenalina en los pulgares' parece una canción de Manolo García". Y cree que la anécdota traerá cola: "Estamos ante el nuevo 'me echaron droja en el Cola Cao'".
No sabemos por dónde anda ahora mismo Álvaro. Seguramente preparando alguna nueva misión. Felipe VI y la unidad de España le necesitan, y todavía no ha sumado bastantes puntos como para ver cómo le ponen esa estatua de bronce en el centro de Madrid.