Andreu Buenafuente y Sílvia Abril son, probablemente, la pareja de celebrities más maravillosa que tenemos en Catalunya. El presentador de Reus y la actriz de Mataró ya nos tenían enamorados por separado, pero desde que decidieron unirse, todavía más. Se aman con locura, se adoran, se complementan, juntos han formado una familia maravillosa con su hija Joana, se hacen reír el uno al otro, se apoyan cuando se necesitan y desde que empezaron su vida en común, no hay día que no se sientan los más felices del mundo.
Desde que el trabajo los unió en uno de los programas dirigidos y presentados por Andreu, su vida cambió. Todo empezó en el 2010, cuando Sílvia Abril hacía diferentes personajes dentro de la troupe de colaboradores del genio de la televisión que es Andreu. Ya se ha explicado que él se enamoró de ella a medida que iba coincidiendo con Sílvia en plató, por su belleza, talento, sentido del humor y optimismo que desprende en cada cosa que hace. Abril tiene una energía, un positivismo, da un buen rollo, que desarma. Y Andreu cayó enamorado hasta las trancas. Sílvia, sin embargo, quería ir más poco a poco. En alguna ocasión, Buenafuente ha reconocido que recuerda el día exacto que se enamoró de ella. Fue un día que Sílvia estaba interpretando el papel de la Niña de Shreck, aquella chica con gafas de culo de botella, uniceja, que todo el rato se pasaba la mano por la entrepierna o los sobacos y que se olía el aroma que desprendía. Una Niña que tenía otra particularidad: enseñar las bragas a diestro y siniestro.
Pero Andreu recuerda un día, un momento concreto que alguna cosa hizo clic en su corazón. Una intervención concreta que ahora se ha mostrado en el nuevo programa que hace para 3cat, Vosaltres mateixos. Allí han mostrado el momento exacto que la llama se encendió. Siempre se había dicho que era una intervención de aquel mítico personaje, pero nunca se había especificado cuál. Ahora sí. Durante el mencionado programa, Sílvia está viendo a su marido desde el backstage y Andreu la hace entrar en plató. Conversación deliciosa entre la pareja antes de ver el momento en cuestión. Y conversación donde explican por primera vez lo que no sabíamos, los sentimientos que tenían el uno y el otro antes de dar el paso y empezar a salir juntos:
- "Aquel momento yo noté cosas... ¿Y tú dices que no?"
-"Pasó que tú recuerdas que yo me levanté la falda, como si no me la hubiera levantado nunca haciendo de 'Niña'".
- "Sí..., pero de aquella manera, no"
-"Yo creo que tenías ganas tú de enamorarte aquel día con aquel gesto"
-"No, porque yo ya estaba enamorado de antes"
-"No, pero yo, que soy una gran profesional, nunca intenté pescarte en el trabajo"
-"¿Dónde metas la olla...?"
De hecho, en otro programa él reconoció que "Cuando estaba haciendo el número se levantó la falda y me miró con cara de Silvia, no de Niña de Shrek. Nadie se dio cuenta, pero yo sí. Después hablamos mucho... Fuimos a casa. Le dije que nos tendríamos que dar un beso ya. Y este fue el momento en que empezamos a salir".
Momento que aprovecha él para pedir que pongan el vídeo. Y se ve el momento exacto, con Sílvia haciendo de Niña de Shreck, levantándose la falda y de espaldas a cámara y al público, y de cara a él, dice: "Mira, me he puesto braguitas"... "Qué pequeñas", dice él. Sensacional. "Viéndolo ahora pienso: 'Hosti, ¿qué le vi?', ¿no?", dice Andreu, y Sílvia reconoce que "se lo curró muchísimo, porque yo no estaba para nadie. Yo a ti, cariño, te admiraba. No me podía enamorar"... "¿Lo dices en pasado, eh?", responde socarrón Buenafuente.
Evidentemente, Sílvia lo dice en pasado, en presente y en futuro: le admiraba, le admira y le admirará. Igual que él a ella. Andreu y Sílvia, maravillosos.