Àngel Casas ha sufrido la amputación de una pierna. El famoso periodista catalán de 74 años tiene que cerrar su blog para dedicarse en exclusiva a recuperarse de una grave infección hospitalaria que ha sufrido después de un trasplante de riñón. Las complicaciones post-operatorias en su caso han sido muy graves y lo explica en su Facebook. Experto en periodismo musical, no ha perdido la ironía y lo titula "Medical Mistery Tour" evocando un disco de los Beatles:

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Àngel Casas el año pasado en TV3

El texto es durísimo en el fondo y amable en las formas, el estilo del presentador del mítico Un día es un día de TVE. Así explica su drama el exdirector de betevé: "El pasado 15 de enero, mi mujer me regaló un riñón y me lo trasplantaron. Dicen los médicos que se ve que fue un éxito y no sé como agradecerle a Olga: la amo. Hasta aquí la cara estupenda de la historia. A partido del trasplante todo ha sido infernal, depresivo, maldito. Llevo cinco meses conviviendo con un dolor indescriptible a causa de una enfermedad que dicen calcio filaxis y que te destroza en vivo. Por mor de esta extraña circunstancia sanitaria, en plena pandemia, acabo de salir de cuatro meses de hospitalización inenarrable, con todo tipo de sustos, que se ve que casi bordeaban el final. Ah, y un detalle nada despreciable: la noche de Sant Joan me amputaron la pierna derecha".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Àngel Casas vivirá con un riñón sano pero sin la pierna derecha y sigue un relato aterrador pero que mira al futuro "Estoy en casa, aunque no he terminado. Los médicos consideran que estoy más protegido en casa que en el hospital donde he pillado bacterias, hongos y virus de todo tipo. Una puta mierda. Todo me ha hecho ver la vida que me queda de una otro manera. He alquilado un zulo al Blue Space donde he guardado malos recuerdos, las experiencias traumáticas de este cuatro meses, el dolor y el aburrimiento (la sensación de día de la marmota), los errores de diagnóstico y la abnegación de tantas enfermeros/eras que han sido para mí con paciencia y empatía. Adiós a las vivencias traumáticas. Buen viento y barca nueva". Un ejemplo de entereza.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Casas acaba con un mensaje contra todos los políticos, todos: "La vida contemplativa empieza ahora sin ataduras ni compromisos. Desgraciadamente soy otro y quiero aprovechar la vida de otra manera. Los errores descomunales de los que cobran de mí para hacernos la vida más confortable, las aventuras y corrupciones de los chorizos mayores del reino, los que han hecho de la épica nuestrísima una engañifa, los que nos han llevado a vender y han arruinado el país con su incompetencia... No me interesan nada, no me interesan nada, no me interesan nada. Ya se lo harán. Gracias por todo. Arreveure". Le han amputado la pierna pero no el cerebro. Mucha fuerza.