Las fotos publicadas por la revista holandesa Privé en las que aparecían el rey emérito Juan Carlos I junto a Bárbara Rey, así como los audios revelados de algunas de las conversaciones que mantenían el ex monarca y la vedette, están dando mucho de qué hablar. Y lo que queda. Muchas fuentes aseguran que queda mucho por salir a la luz y que las informaciones no dejarán indiferente a nadie.
Una de las últimas personas en hacer revelaciones sobre esta historia ha sido la periodista Carlota Corredera. La ex de Telecinco desveló en el podcast “Saldremos Mejores” de Podium Podcast un intrigante relato que vincula a Ángel Cristo, a Bárbara Rey y al régimen de Hugo Chávez con la figura del exmonarca español, Juan Carlos I. Este relato nos ofrece una visión reveladora de cómo el poder y las intrigas personales pueden entrelazarse en los entornos más inesperados.
Hugo Chávez movió hilos para hundir al rey emérito Juan Carlos I
Para comprender este episodio, debemos retroceder hasta noviembre de 2007, durante la Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile. En ese momento, Hugo Chávez, presidente de Venezuela, interrumpió repetidamente el discurso del entonces presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, lo que culminó en la famosa frase de Juan Carlos I: “¿Por qué no te callas?”. Este gesto no solo fue un hito mediático, sino que marcó el inicio de un conflicto que se intensificaría en los meses siguientes.
La tensión generada por esa confrontación pública llevó a Chávez a emprender una campaña para investigar a Juan Carlos I. Según Corredera, la inteligencia venezolana se activó de inmediato para desenterrar información comprometedora sobre el rey. En este contexto, surge la figura de Bárbara Rey, una vedette que había tenido una relación con Juan Carlos I, quien se convirtió en un objetivo para el régimen de Chávez.
Corredera explicó que las informaciones sobre la relación entre Juan Carlos y Bárbara eran bien conocidas en ciertos círculos, pero el régimen venezolano estaba decidido a profundizar en el asunto. Según su relato, los servicios de inteligencia de Venezuela comenzaron a investigar la existencia de documentos y fotografías que confirmaran la relación entre el rey y la famosa vedette. Este esfuerzo por parte del régimen buscaba poner en jaque la estabilidad de la monarquía española.
Hugo Chávez, en vano, buscó una aliada en Bárbara Rey
En un giro de los acontecimientos, el régimen de Chávez llegó a contactar a Bárbara Rey para ofrecerle un trato. A cambio de acceso a este material comprometedora, se le plantearon posibles beneficios económicos. Sin embargo, Bárbara no aceptó la oferta, manteniendo así el control sobre un material que consideraba esencial para su seguridad personal.
Este intento de chantaje político revela no solo las dinámicas de poder en juego, sino también la forma en que los líderes de diferentes países pueden utilizar información privada como herramienta de presión. El gobierno de Chávez, conocido por su estilo confrontativo, vio en la situación una oportunidad para desestabilizar a Juan Carlos I. Las revelaciones de Corredera sugieren que, aunque nunca se concretó el chantaje, la amenaza era real y palpable.
En este escenario, se especula sobre la existencia de copias de las fotografías en una caja fuerte en Luxemburgo, lo que añade un aire de misterio a toda la historia. Sin embargo, este material finalmente ha sido publicado en la revista neerlandesa Privé, lo que ha llevado la atención pública a una historia que, durante años, había permanecido en la penumbra.