Col·lapse ha vuelto a las noches del sábado a TV3. Y de qué manera, con récord histórico de audiencia y haciendo llorar al personal, alud de lágrimas de los espectadores de plató, de los de casa, del entrevistado y del entrevistador. Y es que esta nueva temporada ha empezado con el reencuentro de dos amigos íntimos, Ricard Ustrell y Àngel Llàcer, en un plató, después de que el querido actor y director catalán haya estado literalmente a punto de morir, después de contraer una bacteria en un viaje a Vietnam. Lo tuvieron que ingresar en un hospital y las ha pasado muy magras, tanto, que le vio las orejas al lobo, pensó seriamente que de esta no saldría. Un Llàcer que solo empezar, se ha roto al ver a la doctora Carme Cambray, madre del actor y amigo de Àngel, Enric Cambray. Y al volver de escucharla, no ha podido contener las lágrimas.
Lágrimas que después no han parado, mientras escuchábamos declaraciones que ponían la carne de gallina: "Me dijeron que de la operación, o salía sin pierna o no salía, Yo quería decir adiós si me moría", "Ángel era consciente de que podía perder la vida. Me llegó a pedir despedirse de sus familiares, "tuve la premonición que me moriría".
Una entrevista que te llegaba al alma. El sufrimiento de Àngel, y cómo sigue emocionándose al recordar todo aquel infierno, dejaron el plató sin aliento. En casa, igual. Y el momento que se rompió del todo fue cuando habló de la pena que sentía al marcharse y dejar a su familia y sus amigos, amigos entre los cuales hay quien tenía en frente, un Ricard Ustrell que tampoco pudo reprimir las lágrimas y empezó a llorar, "me hacía pena dejaros huérfanos de mi amistad, no llores", pero ni Ustrell ni él mismo hacían caso, y los kleenex iban que volaban.
Àngel también mostró cómo le ha quedado la pierna después de las operaciones. Carne de gallina con las cicatrices... Claro está que entre tanto momento conmovedor, también hubo lugar en Col·lapse para las carcajadas, como las que provocó el maravilloso Sergi Pàmies haciendo un análisis de la entrevista e incidiendo justamente en esta bajada de pantalones...
Un retorno de Col·lapse que ha valido mucho la pena. Una manera excelente de empezar la tercera temporada. Fueron muchos los catalanes que se emocionaron con Llàcer y el resto de contenidos, como Carles Francino, Josep Mª Mainat o Pilar Eyre, que congregaron un excelente 17,9 de share y 618.000 espectadores, haciendo récord histórico de programa, y el programa más visto en Catalunya este sábado, superando incluso al TN Fin de Semana, un hecho absolutamente insólito.