Irrumpió en el mundo de la televisión como una apisonadora. Hizo de su programa en La Sexta un icono, uno de aquellos espacios que nunca dejaban indiferente a nadie. Ácido y desgarrador como pocos, los fans lo idolatraban mientras que sus detractores iban a la guerra contra él. Uno de sus enemigos íntimos más conocidos es un tótem de la TV: Jorge Javier Vázquez. Lo bautizó como 'mermelada', una pista indiscutible para saber de quién estamos hablando: del cómico y presentador catalán Ángel Martín, el alma del famoso 'Sé lo que hicistéis'. El programa era el contrapunto perfecto del 'Aquí hay Tomate', destripando los programas de cotilleo y los compañeros de profesión. Y marcaron una época.
Martín dejó el programa después de 5 años, dejando a Patricia Conde, Miki Nadal y compañía con la difícil misión de intentar mantenerlo vivo. Se iba en enero de 2011, en medio de unas cuantas polémicas, y 4 meses más tarde La Sexta cancelaba el formato definitivamente. Su estrella fulgurante empezó a apagarse, aunque no dejó de trabajar en televisiones y teatros. Pero nada fue igual que durante sus años dorados. Lo que pocos sabían es lo que había detrás de su imagen pública. Y en 2017 todo estalló cuando lo tuvieron que ingresar en un psiquiátrico por un brote psicótico.
Ángel explica este trance en el libro "Por si las voces vuelven", de la editorial Planeta, en el que descubrimos que provocó este desequilibrio tan brutal, y que desgrana en una entrevista en 'El Mundo'. Una conversación llena de frases impactantes y vivencias escalofriantes, como "terminó atado a la cama de un hospital psiquiátrico y agarrado a un tornillo". Todo a raíz de una situación incontrolable en una bañera, en la que el cómico tuvo "una conversación conmigo mismo acerca de la rabia que me daba no poder guardar ideas exactas dentro de la cabeza para que se mantengan ahí intactas". De allí al hospital durante dos semanas, una etapa de la que recuerda muy poco: "Recuerdo la medicación y paseo arriba, paseo abajo por un pasillo muy largo. Allí ocurre el fin de la locura, pero no la vuelta a la cordura. Salí mucho peor de lo que entré".
Martín reconoce la causa de sus delirios: la adicción y el consumo de drogas diversas, que llegó a límites exagerados. "Mi consumo de marihuana y de alcohol era extremadamente alto. Consumía marihuana, éxtasis y alcohol y no era una cosa de ocio. Crucé la línea, pero tengo amigos que han fumado como hijos de puta y se han drogado mucho más que yo y no han acabado ingresados nunca." Una etapa que ha dejado atrás, aunque siguiendo con el ejercicio de sinceridad no es capaz de asegurar que no vuelva a pasar en el futuro. Ahora bien, también reconoce que ha cambiado mucho: de aquel antiguo yo "creo que queda muy poco". En su cuenta de Instagram encontramos frases que ahora cobran sentido pleno.
Sería más fácil vender la redención y hacer promesas de cara a la galería, pero éste no es el Ángel que todos conocemos. Ojalá, sin embargo, que no las necesite nunca más. Por cierto, si todavía tienen el gusano de verlo en acción, lo pueden encontrar cada mañana haciendo un informativo en su cuenta de Twitter. Martín en estado puro.