Cristiano Ronaldo no sabía cómo salir en los diarios el fin de semana que Messi es bota de oro (32 goles, de momento) y gana el doblete. CR7 cruza los dedos para no hacer contra el Bayern el mismo ridículo en el Bernabeu que contra la Juventus. Si una cosa tiene es dinero y ha decidido regalar a su chica, Georgina Rodríguez, un anillito de 700 mil €. Es un Cartier que la madre biológica de su cuarta hija (los otros 3 son de madres de alquiler) ha mostrado en su instastories desde Portugal. Tiene un diamante principal de 4,99 quilates y otros más pequeños incrustados. Lo muestra con aquella postura de ups, no lo quería enseñar pero sí:
La prensa portuguesa especula que sería el anillo de compromiso y que la boda CR7-Gio se celebrará este verano. Aquello que la top model Irina Shayk, ex del futbolista, no tuvo nunca entre sus manos lo tiene esta joven exdependienta de 24 años que quiere ser modelo pero que de momento aprende contabilidad y a conducir. La mejor foto de la chica es cuando se lee a ella misma. No un libro suyo sino la revista Hola de su parto. Georgina está en el jet privado del jugador con abrigo de pieles leyendo la Hola y fotografiándose. Un prodigio de naturalidad.
Todo lo que se mueve en el mundo del fútbol tiene algo de excesivo, grandilocuente, imposible y absurdo. Un anillo de 700 mil € sólo tiene un adjetivo posible: obsceno. Quizás la única obscenidad que haya en esta pareja.