Anna Lewandowska y su marido, el delantero polaco del Barça Robert Lewandowski, forman una de las parejas más maravillosas del vestuario azulgrana. La karateka olímpica, empresaria y experta en nutrición y el goleador culé están encantados de la vida desde que aterrizaron en Barcelona la temporada pasada. Aquí se les ve felices de la vida, tanto desde el punto de vista profesional como personal, habiendo formado una familia maravillosa con sus dos hijas Klara y Laura, de seis y tres años. La pareja y sus preciosas niñas están enamoradísimos, cada día más, y vivir en esta ciudad ha afianzado todavía más el amor que siempre han demostrado, especialmente en las redes sociales, donde regalan a sus fans imágenes preciosas:
Anna y Robert se casaron en el 2013 y poco después nació su primera hija Klara, en el 2017. Precisamente sobre este parto ha hablado Lewandowska con Roger Escapa en una conversación deliciosa en El Suplement de Catalunya Ràdio. Una conversación que en algún momento ha conmovido a los oyentes. ¿Por qué? Porque han hablado de uno de los momentos más esperados (y al mismo tiempo, más complicados) en la vida de Anna. El día que nació, precisamente la Klara. "El primer parto fue muy complicado, y gracias a tu condición física y atlética saliste adelante. Fue una historia de superación, creo. Incluso corrió peligro tu vida en algún momento del parto", apunta Escapa. Y ella reconoce que "El primer parto fue muy complicado, duró 28 horas. En cambio, el parto de mi segunda hija, Laura, duró solo 28 minutos". ¿Por qué se complicó tanto el primer parto?: "Fue un parto complicado, se adelantó dos días antes de lo que estaba previsto. Perdí muchísima sangre. Al final las dos estuvimos sanas".
���� Anna Lewandowska en #SuplementCatRàdio: "Sobreviví a mi primer parto gracias a mi condición física"https://t.co/UdsSuJMQZ7 pic.twitter.com/88l8skk4xJ
— Catalunya Radio (@CatalunyaRadio) September 16, 2023
Una Anna Lewandowska que antes de tener sus hijas había perdido a otro hijo mientras Robert estaba jugando una Eurocopa, y vivieron aquel duro momento por separado. Ahora, aquellos momentos han quedado atrás y los dos son los padres más felices del mundo con sus dos hijas y viendo cómo ella triunfa en los negocios y él en el Barça. De hecho, siempre es habitual ver a Anna en la grada del Camp Nou con sus dos hijas, dando apoyo y animando a su marido y padre de las criaturas, y felicitándolo cuando muy a menudo es a quien marca para el conjunto dirigido por Xavi Hernández. Hoy, seguro que las veremos en la grada del Estadio Olímpico, dónde el Barça juega este año sus partidos, en el match que enfrenta a los culés con el Betis en el retorno a la Liga después del parón por selecciones. Ojalá se queden a vivir aquí muchos años.