La operación policial contra el independentismo ha desatado la maquinaria intoxicadora del unionismo. La consigna es clara: cuánto peor, mejor. Los 9 detenidos en Sabadell, Mollet y Cerdanyola ya no son sólo 'indepes' o 'CDR'. A medida que pasan los minutos van adquiriendo nuevas y graves categorías criminales. Digámoslo claro: Les están tratando de terroristas. La palabra mágica que abre la puerta a una barra libre abyecta, vergonzante y surrealista. "Preparaban bombas para la sentencia del procés". Primero ha sido el diputado popular Alejandro Fernández (que ha borrado su tuit) y minutos después, uno de los altavoces del antiindependentismo y del sensacionalismo: 'Espejo Público'.

Operación policial CDR bombas Espejo Público Antena 3

El programa de Susanna Griso elevaba así la operación policial a la categoría de acto heroico que salva vidas. Todo a raíz de las filtraciones de las actuaciones de los agentes en los domicilios de los arrestados, de donde se han llevado material "que podría servir para la fabricación de bombas caseras que habrían probado en algunas casas." Información tan privilegiada como sospechosa, con un operativo en marcha y el secreto de sumario vigente. Da igual. Cualquier idea es bienvenida para crear el relato más alarmista posible. Los catalanes son demonios terroristas. Que todo el mundo lo sepa (especialmente en la 'meseta'). La indignación es gigantesca.

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El ala dura del españolismo sólo tiene un objetivo: Caldear el ambiente de cara a lo que pasará en el Tribunal Supremo dentro de tres semanas, intentar destruir el carácter pacífico del independentismo y ponerlo al nivel de terroristas bien conocidos por el gran público. Tienen experiencia en estas lides. Veremos qué es lo siguiente.