Telecinco perdió por K.O. el primer combate televisivo de altura de 2020. Una lucha a cara de perro contra Antena 3 con lecturas curiosas, cuando menos. La España patriotera, rancia e insustancial de Bertín Osborne i Kiko Rivera contra un programa blanco (seguramente, la única excepción de la casa), que sólo quiere entretener cantando, bailando y disfrutando de manera sana, y que además lleva el sello "made in... Catalunya". El estreno de la octava edición de "Tu Cara me suena", programa realizado por los catalanes de Gestmusic y dirigido al público del estado, arrasó en audiencia (22'6 y 3.183.000 espectadores, rozando los 4 millones en el minuto de oro) ante el enésimo simulacro de entrevista al hijo de la Pantoja, que daba vergüenza ajena.
Bertín y Rivera prometían duras revelaciones sobre el pasado turbio de la estirpe, como la adicción en las drogas del dj y cantante, las terroríficas relaciones familiares o la entrada de Isabel en prisión por blanquear dinero, pero el único enlucido que vimos/sufrimos fue el del propio Paquirrín. El resto, material reciclado pegajoso, inverosímil y en ocasiones ofensivo hacia su hermana Isa Pi, la diana habitual del hermano mayor. Un programa no recomendado por los odontólogos (los dientes van cayendo si lo miras más de dos minutos por el exceso de azúcar) y diseñado sólo "para los muy cafeteros". Incluso ellos están hartos (13,3% y 2 millones.).
Parece que los espectadores han hecho en parte caso a Gabriel Rufián. La guerra al prime time entre Telecinco-Antena 3 por|para el share y los anunciantes (que desconfían de la imagen que proyectan los programas de Vasile) deja tocada la "cadena amiga", pero sobre todo el presentador de bolsillo de los fachas, muy fachas y después Alfonso Ussía. Que nunca se acabe en el 2020, televisivamente hablando.