"Perdonad, pero alguien lo tenía que decir". La famosa frase de Joan Tardá, inmortalizada por Polònia, parece la definición perfecta del último tuit de Antón Losada. El periodista, escritor y político gallego, una gran y molesta piedra en el zapato de las posiciones más intransigentes con Catalunya, ha definido a la perfección el papel del magistrado del Supremo que preside el juicio a los políticos y agentes sociales independentistas, el señor Manuel Marchena. Y lo hecho con sencillez y contundencia: "Prepotente y descortés", después del indigno comportamiento autoritario y nada imparcial del juez durante las sesiones de la semana pasada. Un magistrado que, según informa La Vanguardia, ha reunido a abogados, fiscales y los letrados de la Abogacía del Estado para "intentar recuperar el control" de la sala. Para Losada, Marchena es el único responsable de sus excesos, y lo ha expresado con nitidez.
Las palabras de Losada son de las que escuecen y mucho. Por "amigo de rojos y separatistas", por haber formado parte del BNG, y especialmente, por expresar realidades que el unionismo ideológico no quiere escuchar, y mucho menos en castellano. Así que imagínense cómo se han puesto los hooligans del procés.
La otra cara de la moneda la hemos encontrado con las reacciones de tanta gente comprometida con la libertad, que han sido testigos de las conductas macarras y del criterio absolutamente volátil del tribunal que preside Marchena.
Antón, gracias por seguir demostrándonos que la libertad, el respeto, la democracia y el sentido común no son una quimera, a pesar de los obstáculos y las trampas. Y especialmente, por hacernos entrever que, ni que sea de muy lejos, en Catalunya no estamos solos.