El escritor, periodista y profesor Antón Losada es, sobre todo, un hombre de bien. El gallego es de los que no miran a otro lado cuando ven a alguien que pasa por dificultades. Y Losada vio "hecha un lío" a la candidata del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, en torno a su polémica manifestación sobre el consentimiento en las relaciones sexuales y de lo que se puede considerar una violación. El "sí, sí, sí, hasta el final" que está dando la vuelta al mundo y que apesta a fobia a "la cosa ésta del feminismo", según sus propias palabras. Losada quiere ayudarle a entender las diferencias entre el "no" y el "sí". Una especie de Barrio Sésamo adaptado a la mentalidad del PP. Loable, pero quizás imposible de alcanzar. Sin embargo, Antón ha arrancado una campaña vía Twitter para intentar el más difícil todavía.
"Es tonto, lo sé. Pero a veces los intelectuales de altura se pierden en los mensajes más chorras". El gallego hace un planteamiento divertido y punzante, como nos tiene acostumbrados, y busca conseguir muchos adeptos que le ayuden a enseñar a Cayetana esta valiosa lección. ¿Cómo? Yendo a votar el 28 de abril, y enviar de vuelta al fichaje popular a Oxford, a Yale, o a la universidad que más le apetezca. Allí dónde los intelectuales "de altura" como ella se sientan cómodas (otra cosa es saber si el resto de intelectuales se sienten a gusto a su lado). A Losada ya le han salido partidarios para llevar a cabo la iniciativa.
Evidentemente, los bueno propósitos de Losada han provocado la indignación de los que no se indignaron, precisamente, con la candidata popular. No sólo no se indignan, sino que le aplauden y le defienden con estilo macarra y repugnante, marca "Álvarez de Toledo". Empezando por Cristina Seguí.
Ya veis cómo las gastan los ÁlvarezdeToledolibers: machistas recalcitrantes, algunos fanfarrones y en general, muy maleducados. A saber de dónde han sacado el ejemplo.