La Copa América de fútbol contraataca a la Eurocopa: la competición que determinará quién es el nuevo campeón de la CONMEBOL se ha puesto en marcha en los EE.UU., paralelamente a la disputa del título europeo. La ciudad de Atlanta acogía el debut del propietario del trofeo, la Argentina de Leo Messi. Victoria por 2 goles en 0 contra Canadá, con contribución como siempre determinante del mito del Barça, actualmente en el Inter de Miami. El mejor jugador de la historia sigue escribiendo su leyenda descomunal. Messi es sinónimo de espectáculo.
Una que no se quiso perder el estreno de la selección fue la mujer del crack, Antonela Roccuzzo. No se pierde ninguno, de hecho. Como siempre, ha ocupado una zona exclusiva del estadio en compañía de sus tres hijos catalanes, fanáticos de su padre y del fútbol en general. La tarde acabó con buen sabor de boca por el resultado, pero la de Rosario sufrió un incidente en la entrada del recinto al que no está demasiado habituada. La estampa enfurecerá a Leo Messi. Parece, sin embargo, que su queja quedará en el limbo. Con USA nos hemos topado, bro.
Las normas de seguridad del país anfitrión son inflexibles. Piensen, por ejemplo, en los trámites de entrada al llegar al aeropuerto, poca broma. Una cosa similar se produce en eventos masivos, con medidas imponentes y a menudo, aparentemente exageradas. Ni la pareja del mejor jugador de la competición, del país, del mundo y del universo, ella además con 40 millones de followers en redes sociales, escapa a su cumplimiento. Roccuzzo intentaba acceder al partido, pero se vio detenida por el personal de seguridad. Ya se hace raro verla haciendo cola, pero que ella actúe como tapón porque le llaman la atención lo es más. ¿Cuál era la falta? El bolso. Carísimo. Y con contenido prohibido.
Algo llevaba en su interior que no gustaba en los miembros del control de acceso, y por eso le bloquearon el paso. Roccuzzo lo intentó, pero la batalla estaba perdida. Según informan varias fuentes, tuvo que dejar algunas de sus pertenencias en custodia, si no quería ver el partido desde un bar. La escena es peculiar, seguramente poco habitual para personajes de este calibre e impacto mediático. Un punto a favor de Antonela, eso sí: se nota que no es española. Si lo fuera seguro que oiríamos aquello tan manido de 'usted no sabe con quién está hablando'. La argentina se lo ahorró, entre otras cosas porque ya habrá aprendido que en los EE.UU. solo les importa una cosa: ellos. Y al que no le guste, ya sabe dónde está la puerta.