Después de que Antonio Banderas sufriera un accidente mientras rodaba el pasado noviembre, ahora ha vivido un nuevo susto, más grave y en casa, pero que afortunadamente ha quedado en esto, en un susto.
El actor malagueño estaba haciendo deporte la semana pasada en su mansión de Chertsey, en el suroeste de Londres, cuando de repente empezó a sentir un fuerte dolor de pecho, que le obligó a ser ingresado en el hospital.
Se trataba de uno "mal agónico", explica el periódico The Sun, por el que tuvo que estar en observación en el centro hospitalario de St. Peters (condado de Surrey), hasta que se aseguraron de que el actor estaba estable y fuera de peligro. En el mismo diario, Banderas declaró que había vivido un "episodio sin importancia", y quiso dar las gracias al equipo médico por el trato recibido.
El mediodía de este lunes, una vez la noticia se había empezado a mover, el protagonista de filmes como El Zorro ha querido certificar en primera persona que se encuentra en buen estado. "Disfrutando de la naturaleza después de un pequeño susto", ha publicado a su perfil de Twitter, en una foto junto a su pareja Nicole Kimpel:
Banderas vive en Londres desde el pasado 2015, donde se mudó para estudiar Diseño en el prestigioso Central Saint Martin's College de la capital inglesa. Allí vive al lado de su actual pareja en una mansión valorada en casi 3,5 millones de euros, después de que rompiera con la también actriz Melanie Griffith, con la que compartió 18 años de su vida.