Se ha convertido en el deporte preferido de los unionistas: Tratar de ridiculizar a Catalunya, a sus habitantes y su cultura. Una práctica muy extendida entre políticos, periodistas y usuarios de las redes sociales, que se sienten superiores por el hecho de ser españoles de pro. El último ejemplo lo ha protagonizado el periodista de El Confidencial y colaborador ocasional en TV3, el murciano Juan Soto Ivars, que ha intentado complacer a sus groupies haciéndose el gracioso ridiculizando el baile tradicional catalán, la sardana: "Saber que te quedarás encerrado con ella es la hostia. Pocos patriotas se atreverían a seguir adelante con ese riesgo." Toneladas de incultura y prepotencia condensadas en 136 caracteres.
Esta nueva muestra de falta de respeto y de catalanofobia ha chocado frontalmente con la afilada respuesta de Antonio Baños, que le ha regalado una clase acelerada de historia en torno a la danza de la "rotllana" que ha dejado en evidencia al aprendiz de humorista. Baños ha acabado el tuit dándose cuenta de la ignorancia y de la falta de interés de su interlocutor, desistiendo de su esfuerzo divulgativo y retratando al que se vende como "experto en redes sociales", Soto Ivars: "El chiste fácil propio del cosmopolita español"
Baños ha estado brillante también a la hora de replicar a aquellos que han salido a defender al autor del deplorable tuit, recordando sus orígenes.
Muchos usuarios de la red social, sin embargo, han celebrado el ingenio y las formas utilizadas por Antonio Baños, elevando el tuit a un debate masivo.
El unionismo sigue cometiendo los mismos errores: Utilizar el insulto y la ridiculización para tratar de convencer a los ciudadanos de que "están locos esos indepes". Es su problema. Lo que demuestran, día tras día, es que para encontrar supremacistas no tienen que ir muy lejos. Basta con mirarse en el espejo.