"Fora la Seat. Fabrica feixiste". Antonio García Ferreras no es Leonor, ni el actor madrileño Adrián Expósito. De catalán, por mucho que lo intente, no tiene mucha idea. Ahora bien, de eso de sacudir el árbol de conflicto entre Catalunya y España, es un experto internacional. "Difama, que algo queda". El director y presentador de 'Al Rojo Vivo' da pábulo a cualquier ocurrencia que su redacción encuentre en las redes, cuando el adversario a zurrar huela a independentista catalán. Como el mencionado cartel falso con el que Ferreras creó alarma con la supuesta paralización de la fábrica de coches de Martorell por parte de los manifestantes que siguen al Tsunami Democràctic, demonizado por los aparatos del sistema español. Tenía 'la percha' a punto: las declaraciones del presidente de la marca, Luca De Meo, amenazando con largarse si continúan las protestas y afectan a su producción. "Miel sobre hojuelas", pensaron en La Sexta. Lo que no esperaban era que la miel se convirtiera en hiel.
El supuesto cartelito no es más que una mentira del tamaño del ego del conductor del programa, y de su inquina antiindependentista. La línea que separa Ferreras de Inda, Negre y compañía se hace cada vez más y más estrecha, haciendo de las fake news su herramienta propagandística favorita. Y claro, la red, siempre atenta y 'colaborativa', le ha hecho llegar unos cuantos 'hallazgos' más, ya que parece que van cortos de informaciones. El catálogo, excepcional.
Mientras esperamos la rectificación del programa (o de Ana Pastor, la reina de desmontar bulos), recomendamos al maestro Ferreras dos soluciones al problema: una, hacerse seguidor del Tsunami en Telegram. Es gratis y le ahorraría disgustos, al menos profesionales. Dos: pedir opinión a catalanes sobre, oh sorpresa, el catalán correcto. Si no empezaremos a dar credibilidad a cualquier "Hantónio Jarsia Ferreres" y "Hal Rrojo Bibo".