Antonio García Ferreras ha estallado y ha sacado su vena más merengona. El periodista, presentador y directivo de La Sexta no es solo un campeón del periodismo galardonado por la Guardia Civil, también consta como exdirector de Comunicación del Real Madrid y hombre de confianza del presidente blanco, Florentino Pérez. La estima del mandatario quedó reflejada en aquellos famosos audios, para aquellos que no estén demasiado familiarizados con el tema. Un madridista pata negra con un potente altavoz en sus manos. Aunque no acostumbra a utilizarlo en cuestiones futbolísticas, siempre hay algún tema que acaba provocando que se salte la autocensura y la contención más elemental. Pasó con Vinícius Jr., ha pasado con el caso Negreira y acaba de volver a quedar claro a las 13:59 de este lunes 22 de enero, con todo el mundo futbolero estremecido por el atraco arbitral que se produjo en el Santiago Bernabéu durante el Real Madrid - Almería.

Que los blancos remontaran un partido no sería noticia si es que no hubieran marcado gracias a 3 polémicas decisiones del VAR, como mínimo. Situaciones tan flagrantes que son un atentado contra la inteligencia, un robo descomunal al colista de la clasificación. Un gol legal anulado a los visitantes, un penalti inventado a favor del Madrid y un gol ilegal que Vini marcó con el brazo. Tan clara esta última jugada que se vio desde la Estación Espacial Internacional. Y sin necesidad de telescopio. No contentos con eso, el colegiado alargó el partido más de 11 minutos, mucho más allá de los 45 reglamentarios. Vaya, que lo alargó 'hasta que remonte el Madrid'. Un desbarajuste.

Marc Pubill y Vinicius / EFE

Que el Real Madrid recibe, ha recibido y recibirá ayudas arbitrales, que tiene una maquinaria comunicativa que se dedica a acoquinar a los árbitros, y que sus seguidores y exaltados tienen una doble vara de medir sideral es una perogrullada. Lo que sorprende en este caso es la barra libre tan concentrada en 90 minutos: era un festival del hurto. Eso no lo investigará ningún juez, no, pero Negreira no-sé-qué, el Barça roba y soborna, compra partidos, goles, récords y títulos, etcétera. El caso del exvicepresidente del CTA es, sin dudas, la obra magna conspiranoica e intoxicadora del madridismo sociológico. Es la gran cortina de humo para tapar sus miserias. Pero no engañan: ni a madridistas con solera, como Alfredo Relaño (AS), ni al entrenador del Almería, ni a Xavi Hernández, técnico culé. El catalán se mojó y bien mojado en la sala de prensa, tras ganar en el campo del Betis. "Ya dije en Getafe que iba a ser muy difícil ganar esta Liga. No son excusas, son realidades, situaciones de minuto 95 que nos sale siempre cruz. Hay cosas que no controlamos, lo ha visto todo el mundo hoy".

Pues bien, Ferreras ha contraatacado desde 'Al Rojo Vivo', furioso, victimizado y en modo 'y tú más'. Se ha puesto la toga de juez, se pasa la presunción de inocencia del Barça por el arco de triunfo y emite la sentencia de un juicio que no se ha celebrado: corruptos y culpables. Incluso lo personaliza en la figura de Xavi Hernández:  "Xavi que ha estado 20 años beneficiado por Negreira. Surrealista la sobreactuación del antimadridismo, hablan de atraco, de robo. Robo del siglo, por Dios, es haber comprado al número 2 de los árbitros durante 20 años. El atraco del siglo es haber sobornado y pagado a Negreira y a su hijo durante todo ese tiempo. Y lo hacían para condicionar los arbitrajes a favor del Barça. 20 años. 8 millones. Xavi Hernández da la sensación que echa de menos a Negreira. Él sabe muy bien qué quiere decir como jugador tener al número 2 del arbitraje en nómina. Cuando Xavi era jugador del Barça, el Barça pagaba a Negreira, lo que el juez considera corrupción sistémica del arbitraje español. Cuando Xavi Hernández jugaba en el Barcelona. Eso si es un escándalo mundial". Lo que se dice a calzón quitado. Se sienten impunes, pueden hacer lo que quieran. La cloaca también es esto.

Antonio García Ferreras / Europa Press