"Escenas sexuales grotescas a la vista de familias con niños". "Aquelarre". "Hedor insalubre e insoportable". "Cuando una madre y un padre salen a la calle no tienen por qué encontrarse con ese espectáculo". Esta es la "tolerante" descripción de la celebración del Orgullo Gay en Madrid según los postulados de los ultraderechistas de VOX. Declaraciones de miembros destacados de la ejecutiva del partido, como Rocío Monasterio, últimamente obsesionada con la zoofilia, el fetichismo y la libertad sexual. Palabras que causan vergüenza e indignación en todas partes (menos en las sedes de sus socios, PP y Cs), y que han airado el presentador Antonio García Ferreras, harto de este tipo de idearios. "Si siguen así, el fin de semana me voy a la carroza de los osos".
La imagen de un Ferreras reivindicando los derechos LGTBI y compartiendo espacio y carroza con el colectiu bear (el grupo que engloba a los hombres homosexuales peludos y corpulentos, alejados del estereotipo del gay afeminado), ha hecho volar la imaginación de los espectadores. El conductor de En el Rojo Vivo encuentra ideal este espacio para luchar contra la homofobia de VOX, que califica la cita de "caricatura deningrante". El poderoso periodista respondía con "la amenaza" de participar en el desfile después de rechazar el planteamiento de un tertuliano (Carlos E. Cué, de El País), que decía que los planteamientos ultras "nos hacen hasta reir". "A mi me cuesta", reaccionaba el de La Sexta, mientras resoplaba y añadía: "Tienen en la cabeza algo así como que esto se Sodoma y Gomorra"
Si no fuera por el daño que hacen opiniones como las de VOX, todo el mundo se moriría por ver a Ferreras despendolado y "dándolo todo" por las calles de Madrid.