Antonio García Ferreras es el tótem de la información política en La Sexta, il capo. Su programa ha conseguido renovar los espacios del género, sobre todo con respecto al ritmo. En cuanto al contenido la cosa es mucho más discutible, como el lema que repite cada día, "más periodismo". Este detalle lo dejaremos correr, todos sabes de qué pie cojea el marido de Ana Pastor. Nos limitaremos a analizar la parte más formal, donde destaca por ejemplo su capacidad infinita por mantenerse en directo. Los maratones que se pega en ocasiones señaladas son brutales: elecciones, mociones de censura, el Procés, el volcán de la Palma o la invasión de Ucrania son ejemplos paradigmáticos. En alguna ocasión hemos llegado a verlo en pijama en plató, no es broma. No hay retos ni duración que le preocupen: a medida que pasan las horas, en vez de desfallecer, el hombre se viene arriba. Es SuperFerreras.

¿Cuál es el secreto del periodista? Sería demasiado naif pensar que Antonio es un motivado de la vida de tal calibre que sea capaz de marcarse estas machadas con una dosis de ilusión, un café de tanto en tanto y un chorro de agua del grifo en el cogote para espabilarse en momentos de bajona. Hay algo más, un vicio que esconde bajo la mesa que comparte con tertulianos, politòlogos, expertos... y Eduardo Inda, ya sea in situ o por teléfono, da igual. La gasolina de Ferreras es la taurina, una sustancia que te pone como un toro. Es legal y la compras en el badulaque, pero tiene efectos secundarios: taquicardia, palpitaciones, insomnio, nerviosismo e irritabilidad. Las bebidas energéticas, vaya. Siempre tiene una lata de medio litro a mano y va pegando sorbos cuando nadie lo mira.

Antonio García Ferreras en pijama / La Sexta

Ferreras esconde su vicio secreto bajo la mesa de 'Al Rojo Vivo'

Nadie lo mira desde casa, claro. El resto sí conocen esta costumbre. Sin embargo todo el mundo la esconde, él el primero. No quiere dar la imagen de acelerado de la vida que, coloquialmente, se atribuye a los consumidores de este tipo de bebidas. Pero he aquí que este 1 de junio se ha producido una situación anómala durante la emisión de 'Al Rojo Vivo' y ha quedado al descubierto, su secreto ya no es tal. El realizador cometía un error con las ventanitas o catch, en argot, que salen en la pantalla. En todas ellas la imagen era la de un Ferreras que esperaba su momento. Hace el pasmarote durante unos segundos y, de repente, empieza a impacientarse. Hace gestos de desaprobación, de "despertad, chicos" que no obtiene resultados. Se enfada. Y en un momento dado dice "de perdidos al río". Al río energético.

Ferreras enfadado / La Sexta

El presentador de La Sexta, cabreado con su equipo

Pablo Iglesias ha captado el momento y lo ha compartido en redes a la velocidad del rayo. Mientras Ignacio Escolar suelta una filípica vemos a Ferreras que decide pasar de todo y saca la lata de refresco. Pero vuelve a recularr, la mantiene en la mano durante unos segundos mientras duda si acercarla a los labios o no. No lo hace. No es su momento. Vuelve a medio esconderla, adoptando una pose habitual en él, apoyando un codo sobre la mesa. La cara, sin embargo, es de malestar. De cabreo y de amenaza de tormenta. Aquí va el vídeo, presten atención.

Ferreras con una bebida energética / La Sexta

Ya sabemos qué contienen las pilas alcalinas de Ferreras. Taurina, guaraná y burbujitas. Eso que "te da alas" o que te convierte en un monstruo. Siempre a tope.