Antonio Resines sigue de promoción de diferentes películas que estrena y este miércoles jugó en casa: invitado estrella de El Hormiguero. El actor cántabro de 70 años se ha mostrado tan anticatalán en los últimos tiempos que no podía encontrar un lugar mejor para escupir su odio a Catalunya. Pablo Motos le hizo la rosca sin sacarle la polémica anticatalana, cuando Resines afirmó al diario El Mundo: "Esa tontería que se hable catalán en el Congreso me toca los cojones". Motos no pudo evitar la debacle de audiencia y el programa de las hormigas con Resines se hundió en Catalunya. Tan hundido que no lo quiso ver nadie: no aparece por primera vez ni entre los 20 espacios más vistos del día. La Revuelta arrasó en Catalunya. Como TV3 suprimió Joc de cartes para evitar el Barça y la noche de Champions, el Alguna pregunta més que se emitió a las 10 de la noche también fue un fracaso que no miró nadie. De 10 a 11 de la noche Catalunya vio La isla de las tentaciones y La Revuelta. El Hormiguero anticatalán de Resinas no interesó. Hizo un tristísimo 5,9% de share. Al hoyo.
Resines no respondió si se arrepentía de su odio anticatalán porque ya confirmó no solo que no se arrepentía sino que lo confirmaba. Lo hizo hace pocos días ante un periodista de verdad, Pablo Tallón, que lo entrevistó en el matinal de SER-Catalunya y le preguntó "Tú sabías que te estabas metiendo en un jardín diciendo que hablar catalán en el Congreso es una tontería. Viendo la que se ha liado, ¿lo mantienes o lo matizarías?". Antonio Resines: "Pero ¿cuál es el idioma oficial de este país, de España? El castellano, no? Pues ya está. No hay mucho más que decir. Que en las CC.AA. se hable el idioma co-oficial me parece muy bien, pero si estamos en un sitio que representa a todos los españoles se habla un idioma que represente a todos los españoles. Esto es una concesión a Junts i a ERC. En el Parlamento español por qué se ha de hablar catalán. Que Pedro Sánchez se ponga pinganillo para entender el catalán o el euskera es absurdo, porque la gente que habla catalán habla español, como vosotros perfectamente". Este es el vídeo:
����Sobre la polémica de hablar catalán al Congreso
— Aquí Catalunya (@AquiCatalunya) January 23, 2025
����️ ANTONIO RESINAS,
"Si estamos en un lugar|sitio que representa a todos los españoles, se habla el idioma de todos los españoles"
����https://t.co/EZBtEkUVMd pic.twitter.com/LHf2NWAhTu
Ni Tallón ni Motos le preguntaron por qué Resines mantiene esta obsesión negando el derecho de los catalanes a hablar su lengua en un lugar que representa a todo el Estado, por lo tanto, a todas sus lenguas con un sistema de traducción simultánea que lo permite. El anticatalanismo de Resines tiene un origen que acreditó un extrabajador de Focus, la primera empresa teatral de Catalunya: Resines es un resentido que odia a los catalanes porque cuando vino de gira con una obra suya a Cataluña no vendió entradas y se arruinó. Lo explicó EN Blau: hace unos años Resines presentó un espectáculo teatral en Barcelona que él producía, es decir, se jugaba su dinero, y fue una auténtica ruina. Según supo en exclusiva EN Blau se trata de Noviembre, una pésima adaptación de la obra de David Mamet.
Los catalanes no pusieron ni un euro en taquilla para ver aquella chapuza producida por Resines, y él considera que le hicieron boicot. Creía que Catalunya lo recibiría con una alfombra roja y se rendiría a sus pies. De aquí viene todo, de verse rechazado por un espectáculo teatral pésimo que produjo: "No supo asumir el fracaso y descargó su ira contra los catalanes por no acudir en masa a aquella producción infame. Se creía víctima de una conjura catalanesca incapaz de concebir que si el público barcelonés no iba era porque el montaje era malo". Rencor, como Pablo Motos contra Tricicle para vetarlos en su programa porque no le reían los chistes hace 35 años. El rencor anticatalán mueve a ciertos españoles. Mejor lejos.