Telecinco es la cadena antropofágica: devora a sus presentadores. Los eleva, los quema y los escupe. Mercedes Milá o María Teresa Campos son ejemplos claros, pero también colaboradores tertulianos. Si tomamos una foto de El debate de GH de hace pocos años, todos los que entonces parecían estrellas ahora viven estrellados televisivamente. Algunos añoran la TV, otros rehacen su vida. Un ejemplo:
De esta foto solo sobreviven, en papeles muy menores, Nagore Robles, Ion Aramendi y Torito. El resto no hacen tele: Carmen Alcayde, Mireia Canalda, Ares Teixidó... y una cara muy conocida Antonió Sánchez Casado. Un habitual de los programas de Jordi González, siempre haciendo secciones del corazón en programas como Qué me dices, Ana Rosa, Tómbola, Día a día o los debates de los realities cuando los presentaba González. Ahora explica cómo es su vida lejos de la TV en una entrevista en el digital Jaleos.
A punto de cumplir 60 años, ha vuelto al mundo del arte: "Trabajo mucho en casa ahora. Me dedico más a la historia del arte, a la historia del mueble. Hago investigaciones en el archivo de Palacio Real". Antes se hacía rico rápido, ahora ya no: "Cuando empecé a trabajar en televisión me pagaban en cuatro días lo que ganaba en un mes en el museo. Pero desde 2008, los buenos cachés dejaron de existir. Se pasó a la nada". Ahora es otra época, donde los comentaristas son los ni-nis de reality: Susos i Avileses. Casado da una noticia, se ha casado con su novio:
"¿Que cómo está mi corazón? Estoy casado con un señor estupendo, que también me ayuda a pasar esta etapa de mi vida". Casado casado. Cazado.