Antonio Tejado ya es el rey de la cárcel Sevilla 1. Después de 72 horas entre rejas, se habitúa a su nueva realidad mientras clama que es inocente a los reclusos del centro. Ha prohibido las visitas externas, siempre que no sea su hermano Chema, y no ha tenido que mirar a los ojos a su madre María José. Un aprieto que, evitándolo, lo hace estar más tranquilo. Un par de conversaciones telefónicas con ella y otra con su novia Samara y hale, ya ha cumplido. Tiene todo el tiempo para hacerse el gracioso, hacer una pesas en el gimnasio e intimar con los compañeros de prisión. Y como es famoso y con mil batallitas, se ha convertido en una estrella. Ya no llueve tanto, ya no llora desconsolado.
Los internos podrán disfrutar de unos cuantos capítulos bien jugosos de sus aventuras mediáticas, sentimentales y eróticofestivas. Chayo Mohedano, Ylenia Padilla, María Jesús Ruiz... Estos son solo algunos de los hits del sobrino de María del Monte, encerrado como presunto autor intelectual del asalto a la casa de la cantante. Un palo de más de un millón de euros, según las nuevas estimaciones, y efectuado por una banda organizada con quien tenía una amistad más que sospechosa. Entre las conquistas de Tejado, sin embargo, hay una que a menudo pasa desapercibida: una examante real. Efectivamente, Bárbara Rey. La ex de Juan Carlos.
La de Totana, Murcia, en plena depresión por las declaraciones sangrantes y demoledoras de su hijo Ángel Cristo, conoció a Antonio cuando el sevillano era un yogurín. En teoría, 18 años, pero como la misma Bárbara reconocería años después en televisión, la cifra era menor. Y Antonio, también. "El chico se fijó en mí. Me dijo cosas que no me han dicho muchos hombres de mi edad. Me quedé asombrada. A mí me dijo que tenía 18 años, y descubrí que tenía 17 a los dos o tres meses después. Que venga un chico joven así, bien puesto, la verdad es que te rejuvenece", le dijo a Jorge Javier Vázquez. La cosa desembocó en una primera noche de amor. Las favoritas de Rey y Chelo García Cortés, pero ahora en versión Tejado.
El encuentro sexual, sin embargo, dejó insatisfecha a la actriz: "A mí me encantaba Antonio, pero estaba muy pendiente de su físico. En el momento que estás en la cama no puedes estar diciendo: 'Mira cómo se me marca aquí, mira qué músculos tengo...'" No estaba por lo que tenía que estar. Vaya, qué novedad. Con respecto al armamento de Tejado, decía que "todo iba en proporción". Lo recuerda porque no solo mojaron una vez, repitieron una segunda. Quizás para comprobar si eso tenía solución o era perder el tiempo. Y así fue: "Para su edad fue muy poco", sentenciaba Bárbara. Estaría bien saber la versión de Antonio a los compañeros de celda. Conociéndolo, la película tiene diferente final, seguro.