Ser culé y querer a Cataluña va cogido de la mano. Los colores azulgranas representan la tierra catalana, y especialmente en el fútbol femenino, este escudo está mejor representado que nunca, y no estamos hablando solo del juego. Las chicas del Barça femenino son todo un fenómeno de masas, ídolos y referentes para las próximas generaciones. Además de ganarlo todo en el campo, también son unos iconos del feminismo de Cataluña y bien, porque no decirlo, del mundo entero. Entre las más populares, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas son las dos que han destacado en el panorama internacional, ganadoras de la pelota de oro, son el máximo orgullo del pueblo catalán y para ellas, ser de nuestra tierra también es un privilegio. No lo decimos por decir, las dos lo demuestran por sí solas. Amantes de nuestras costumbres y sobre todo de la gastronomía, solo hay que ver la cara de Alexia al ver un bocadillo sin estar mojado con tomate, todo un sacrilegio.
Para muchos, ella es la mejor jugadora de fútbol del mundo, en el mejor equipo del mundo está claro. El pasado domingo el equipo azulgrana femenino se afrontaba al partido más esperado, el clásico Barça - Madrid. Como era de esperar, ganaban las catalanas por encima del morro de las madrileñas. Un triunfo que las perdedoras no digieren demasiado bien, perder las hace aullar y exaltar a las azulgranas. Pero como en todos los rife rafes, horas antes de la jornada Alèxia Putellas sufría una campaña para perjudicar su reputación. La capitana es una crack dentro y fuera la pista, pero a partir de un vídeo malentendido, los merengues lo fusilaban para firmar con una actitud 'ignorando' a cuatro chicos que la apresuran diariamente. Pronto salían en defensa sus fans, las cuales, callaban todas las críticas de los haters de la futbolista. Y es que tienen razón, cuesta encontrarle una polémica o un revuelo a la catalana, todo lo que hace, lo hace bien, y lo hace a la catalana. Atentos.
Por si no teníamos bastante con aplaudirla dentro del campo, tampoco nos cansemos de aplaudirla fuera. Lleva el escudo a la camiseta y la bandera en el corazón, no deja que le toquen las costumbres catalanas. Alèxia Putellas aparecía en un vídeo de Heura Foods, cocinando de la mano de Inés Hernand en una campaña para promocionar la alimentación vegana y nutritiva desde el club. La receta del vídeo consistía en un bocadillo con embutido vegano, queso, aguacate y tomate. Con este último ingrediente es la disputa. Alexia, a quien seguramente le debieron 'untar' el pan con tomate todos los bocadillos de la escuela, esperaba que la madrileña de la presentadora hiciera el mismo gesto que en todas las casas catalanas, pero mec, error. Inés Hernand corta el tomate cherry y sin preliminares ni un chorro de aceite, los coloca dentro del bocadillo. Alexia no sabía dónde meterse, hacía peor cara que delante una derrota: "¿Vas a poner ahí los tomates"? "Hombre claro, para que se derrita un poco. ¿No té está pareciendo que lo estoy haciendo fenomenal"? ¿Imagino que todos sabríais responderle verdad?
Alexia: "Soy catalana, para mí esto es un sacrilegio. El tomate se restriega"
— (Mariana) (@marisantas) March 28, 2024
Casi la mata 😭😭😭 pic.twitter.com/EiBSoqPcUO
Pues la respuesta de la capitana es mejor de lo que os pensáis. "Es que soy catalana y para mi esto es un sacrilegio... El tomate se restriega" Boom. Cuánta razón, pero la miel no está por la boca del asno. "Bueno pero es que el tomate pequeño no le gusta ser restregado, porque me lo ha dicho" le respondía la presentadora. De nuevo, aplausos y más elogios. La red no podía evitar meterse las manos en la cabeza con Inés Hernand, y es que la respuesta de la capitana azulgrana saltaba en defensa de la ofensa catalana que acababa de vivir.
No le he visto peor cara ni cuando el partido de Japón
— Antonio Botello (@Antoello) March 28, 2024
Yo también la hubiera matado. Efectivamente es un sacrilegio no restregar el tomate.
— EUGENIO MATEO (@EUGENIOMATEO1) March 28, 2024
tiene toda la razón Alexia, eso es un sacrilegio.
— jose rodriguez batanea (@joserod87832301) March 28, 2024
Desde siempre el pan mojado con tomate, aceite y sal, por mucho que el bocadillo sea de queso, de heura, de jamón o de atún. La norma es sagrada y si lo dice Alèxia Putellas, aún más.