El adiós de Joan Manuel Serrat a los escenarios ha estado a la altura de su carrera: se va haciendo un ruido ensordecedor. Los fans del Noi del Poble-sec todavía están emocionados por su último concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona; los críticos tampoco se han librado de su enfado por hechos que pasaron durante la actuación. Hay una polémica en el centro de todo, el uso del catalán. O mejor dicho, la reacción del cantante de 79 años (los cumple este 27 de diciembre) cuando alguien del público le pidió/exigió que se dirigiera en castellano durante uno de sus discursos: "Ah, sí, perdón, en castellano, que así nos entendemos todos". Un gesto muy criticado, claro. Ponía la lengua del país de rodillas. Se lo podía haber ahorrado.
En todo caso, no son solo los catalanohablantes los que le hacen reproches en materia lingüística, no. Una parte del españolismo también. En su caso por otra razón: por cantar demasiadas canciones en este idioma en su concierto de despedida. 12 en catalán, 10 en castellano. "El fracaso estaba asegurado", escribe una de las plumas más críticas y furiosas de los columnistas de El Mundo, un catalán unionista como Arcadi Espada. "El bienqueda", se titula el texto. Y es, como muchas de las cosas que dice este autor, un auténtico festival de mala leche y acusaciones fuera de lugar. Supera, de hecho, la cuestión del habla y de largo.
Espada y Cayetana, de acuerdo: demasiado catalán en el adiós de Serrat a los escenarios
¿Qué le pasa a Espada? Pues que echó de menos muchas de las que considera como las canciones más potentes del artista. Si Arcadi hubiera preparado el repertorio hubiera sido muy diferente. Es lo que pasa cuando eres muy fan de alguien, hasta aquí todo normal. Lo que hace su escrito fuera de lo que se podría considerar normal, sin embargo, son sus motivos. Lengua, política y la guinda marca de la casa de insinuaciones aberrantes y de mal gusto. Vayamos por partes: en cuanto al catalán, "no existen cantantes bilingües. Su obra en castellano es más rica y más amplia que la catalana. Esto cuesta poco defenderlo, menos en Barcelona". Sí, efectivamente, en la capital de Catalunya se siente el catalán como lengua primera, oficial, materna, propia. Por mucho que le moleste a aquellos que no hablan catalán ni en la intimidad, cómo decía que hacía Aznar. Hablando de José Mari y antes de continuar: ¿quién ha remachado el clavo de Espada de manera pública? Cayetana Álvarez de Toledo. Solo faltaría. Todo queda en casa.
Duras insinuaciones de Arcadi Espada contra Joan Manuel Serrat
En todo caso, lo peor llega más tarde, cuando habla de la relación entre los temas que cantó en este idioma y "relaciones públicas determinadas". Concretamente, compara a Serrat con Salvador Sostres por la canción "Quasi una dona". La letra está en el meollo, "el olor a pan blanco recién salido del horno", para afirmar que "a Sostres casi lo meten en la cárcel por desprestigiar a su contraparte úrica". ¿Qué corporativismo y hermandad, verdad? Si tenía problemas con estas estrofas, se ha esperado hasta el último día para hundirlo. Curioso. También apunta que otros títulos cantados "en la lengua vernácula" hablan de prostitución, de sexismo... El catalán, malo, malo, malo. El castellano, puro, genuino, sano, fantástico. Es de traca. Y de pañuelo: no sabemos si para enjugar las lágrimas o taparse la nariz.
«Y yo me debo a mi oficio». pic.twitter.com/ohkRDpGx05
— Cayetana Alvarez de Toledo (@cayetanaAT) December 26, 2022
"Yo me debo a mi oficio", concluye Espada, recibiendo el amén de su querida Cayetana. Ahora queda para saber exactamente de qué oficio habla. O mejor dicho, con qué intención lo desempeña. Tenemos una ligera sospecha de la respuesta, claro.