Hacía días que el mismo Risto Mejide anunciaba que este domingo los espectadores verían íntegra la entrevista a Arcadi Espada en su Chester. Una entrevista que provocó que por primera vez se echara del plató a un invitado. Risto es listo, una mente lúcida, pero incluso él no previó que llevar a según quien a su programa puede tener sus consecuencias.
Mejide creía que invitaba alguien 'trampero', como él mismo lo definió, a alguien que polemiza más como voluntad provocativa impostada que por convicción. Pero el mismo Espada le negó la mayor, él es así, dice, un periodista que hace bien su trabajo y que pone en su sitio al que se lo merece. Eso lo dice él. Pero el presentador fue comprobando que delante suyo tenía a alguien que hace tiempo que olvidó unos mínimos códigos morales. Uno de los fundadores de Cs demostró a ojos de todo el país, y del mismo Risto, que vive en un lodazal de indecencia, soltando basura por la boca contra las mujeres, las personas con síndrome de Down o cualquiera que le sirva para arreciar su rol de macho alfa. A medida que avanzaba el programa, Mejide se iba crispando cada vez más por la persona con la que compartía el sofá. Quizás el chester será muy confortable, pero el presentador estaba cada vez más incómodo de tener delante suyo a alguien como Espada. Le llevó a Lídia Falcón y Espada lo aprovechó para menospreciarla.
La gota que colmó el vaso de la paciencia de Risto fue cuando le trajo al padre de un niño con síndrome de Down, después de que el invitado dijera que estos son "tontos, peores, enfermos" y que habría que denunciar a los progenitores de alguien con esta alteración genética. ¿Por qué? Por los 'gastos que supone a la sanidad pública'... Ni tener delante al padre ablandó a un Espada parapetado en una actitud miserable y mengelesca. Ver cómo hablaba el periodista ante el padre fue suficiente para el presentador, que hizo lo que todo el mundo deseaba, lo echó. Puedes ver la secuencia entera cliqueando en la foto:
Los espectadores ya saben de qué pie calza Arcadi Espada. Pero a pesar de saberlo, la reacción en las redes ha sido masiva. ¿El más contundente? El humorista Arévalo, que ha resumido el sentimiento generalizado:
Una entrevista que le deja a Risto Mejide y a muchos espectadores una duda: ¿todo el mundo merece unos minutos siendo entrevistado en un programa de prime time? ¿También un miserable que se sabe que lo es?