"Humorista, cómico y actor español. Mi objetivo es crear sonrisas". La carta de presentación es de Francisco Rodríguez Iglesias, más conocido como Arévalo. Sí, el de los cassetes de chistes de homosexuales, 'gangosos', etcétera. Un mago del humor, vaya. Pero no le podemos reprochar que mienta con aquello de 'crear sonrisas', cuando miramos su última fotografía compartida en las redes sociales. Se ha quedado corto con lo de sonrisas, son carcajadas. Desgraciadamente para él, no son blancas ni amistosas. Más bien son expresiones nerviosas motivadas por el efecto de la naftalina, la caspa y el asco que emana del documento: Arévalo, José Manuel Soto, Fernando Esteso, José Ortega Cano y Luis del Olmo compartiendo sobremesa en un restaurante durante una gala taurina. Sólo faltaba Bertín Osborne para completar el six-pack.
Vamos por partes: A Arévalo, desubicado en la vida desde 1975, ya le conocemos. Esteso, el actor de películas verdes, es desde hace tiempo compañero inseparable del primero. Soto, 'la voz' de VOX, no se pierde ni una foto, ni una cena, ni un asesinato de animales, ni tampoco una oportunidad para destrozar los oídos de sus parroquianos. De Ortega Cano, el torero condenado por matar otro conductor mientras iba borracho, en fin. Qué vamos a decir. Todo él es un drama. Y cierra el círculo Luis del Olmo, el periodista radiofónico, que bueno, quizás no escoge bien a sus amistades. O sí. Sea como sea, el cuadro ofrece una imagen apocalíptica y escalofriante. Al menos así ha reaccionado Twitter, en especial por parte de usuarios españoles: "Y nos quejamos de los CDR", han llegado a decir, provocando la ira de Arévalo, que le ha llamado 'gilipollas' al tuitero que hacía el chiste. Extraño, un humorista al que no le gusta el humor. Sólo el suyo, aquel que tiene el sello de calidad de la piel de toro y el 'carajillo'. Pues tiene trabajo para leer la riada humorística en la que se ha convertido su intervención.
No, si al final las fotos de Arévalo se convertirán en un género por sí mismo. Y le dejarán sin amigos.