Ariadna Gil a los 50 años ya es muchas cosas: gran actriz, madre de Violeta y Leo con el escritor David Trueba, actual pareja de Aragorn, Viggo Mortensen, el héroe del Señor de los anillos. Y últimamente más conocida como hija de August Gil Matamala, abogado defensor de los Derechos Humanos de larga trayectoria antifranquista e independentista destacado, hasta el punto de ir a las listas de la CUP al Parlament. "La cultura estaba presente en casa", dice Ariadna Gil a Eloi Vila durante uno de los trayectos Al cotxe! (TV3, 5,5% de audiencia). "Mi padre dice que ahora es el momento en qué más caso le hacen de su vida. Lo van a buscar para que opine. Un padre así marca. Optó por ser abogado y habría estudiado Historia del Arte. Porque alguien tenía que trabajar y luchar".

August Gil Matamala (foto: Sergi Alcàzar)

Ariadna Gil acaba con el mito de la madre y actriz ausente sin hacer de madre: "No he estado ausente para mis hijos porque hay muchos meses en el trabajo de actriz que no trabajas. Y a veces he decidido que no era el momento, he renunciado a trabajos pero no era una renuncia". Su hija Violeta Trueba también es actriz y lo tenía muy claro. Le dijo a su madre "No tengo plan B". Ariadna Gil, foco de atención, y también un ojo al padre, la pareja y la hija.

Ariadna Gil hace 20 años que vive en Madrid y no ha sido allí objetivo de los paparazzis, incluso cuando rompió con el padre de sus hijas, David Trueba, para enamorarse de una estrella mundial, Viggo Mortensen. Ariadna Gil rompe el tópico de que Barcelona es el paraíso para los famosos que quieren pasar desapercibidos: "En Madrid ha podido pasar más desapercibida para la prensa que en Barcelona. Cuando me quedé embarazada de Violeta tuve mucha atención mediática. Pensé que parir en Barcelona sería más discreto pero aquí como hay menos personas noticiables teníamos muchos periodistas a la puerta de casa y del hospital y tuvimos que hacer rueda de prensa en la clínica".

TV3

Vila le dice que está muy bien a sus 50 años. Ariadna: "Ya pasé la crisis de los 40, de libro. No se sabe nunca porque las crisis te llegan como una ostia. Pero ahora no veo venir ninguna crisis y me gusta hacerme mayor como actriz aunque hay menos papeles. Lo que pierdo por un lado, menos papeles, lo gano por otro: transmites más, puedes ir más lejos". En mayo estrena El dolor en el TNC, donde ya hizo teatro en catalán durante la época inicial de Flotados. La gaviota de Chéjov de hace 22 años todavía perdura en los espectadores catalanes. Quien quiera disfrutar de una de las mejores actrices del país, en catalán en el Teatre Lliure: Jane Eyre, una autobiografia. Hasta este domingo.