Desordenado, enfangado y con interrupciones constantes por parte de algunos de los candidatos. Así ha sido el debate a ocho que TV3 ha emitido esta noche por la campaña electoral del 10-N. Un programa bronco, en gran parte, por el papelón de las dos cabezas de lista más incendiarias de estas elecciones: Inés Arrimadas y Cayetana Álvarez de Toledo, que entraron ayer a plató con más ganas de destripar al moderador Vicent Sanchis, (director de la cadena) que no de debatir con sus adversarios.

Sergi Alcàzar

Como ya pasó durante el debate electoral del 28-A, Arrimadas volvió a llevar la carta de dimisión de Sanchis made in Ciudadanos. Y lazos amarillos. La número 1 del partido naranja por Barcelona se dedicó a arrancar los que había en la entrada de TV3 y los mostró durante el debate como si fueran un trofeo. Cayetana, en cambio, publicó una foto antes del debate tirando un montón de lazos a la basura. Más allá de esto, ambas se dedicaron a cortar una y otra vez al resto de cabezas de lista, dirigiéndose a todos ellos con suficiencia y un tono de superioridad impostada. Aunque en el debate estaba Ignacio Garriga de Vox, las líderes de Ciudadanos y del PP parecieron más ultras que él. Y claro, la audiencia acabó estallando contra las dos:

Lo tienen que ver muy negro para prestarse a montar este espectáculo en el debate de TV3, que tuvo una audiencia del 27,6% (sumando a los espectadores que lo vieron desde el 324).