Desordenado, enfangado y con interrupciones constantes por parte de algunos de los candidatos. Así ha sido el debate a ocho que TV3 ha emitido esta noche por la campaña electoral del 10-N. Un programa bronco, en gran parte, por el papelón de las dos cabezas de lista más incendiarias de estas elecciones: Inés Arrimadas y Cayetana Álvarez de Toledo, que entraron ayer a plató con más ganas de destripar al moderador Vicent Sanchis, (director de la cadena) que no de debatir con sus adversarios.
Como ya pasó durante el debate electoral del 28-A, Arrimadas volvió a llevar la carta de dimisión de Sanchis made in Ciudadanos. Y lazos amarillos. La número 1 del partido naranja por Barcelona se dedicó a arrancar los que había en la entrada de TV3 y los mostró durante el debate como si fueran un trofeo. Cayetana, en cambio, publicó una foto antes del debate tirando un montón de lazos a la basura. Más allá de esto, ambas se dedicaron a cortar una y otra vez al resto de cabezas de lista, dirigiéndose a todos ellos con suficiencia y un tono de superioridad impostada. Aunque en el debate estaba Ignacio Garriga de Vox, las líderes de Ciudadanos y del PP parecieron más ultras que él. Y claro, la audiencia acabó estallando contra las dos:
Lo tienen que ver muy negro para prestarse a montar este espectáculo en el debate de TV3, que tuvo una audiencia del 27,6% (sumando a los espectadores que lo vieron desde el 324).