Empieza la temporada de Eurovisión y desde En Blau hemos querido reunir a seis nuevas voces del panorama musical catalán para que se mojen sobre el festival. ¿Qué opinan del concurso más longevo de la televisión? ¿Catalunya tendría que participar? ¿Estarían dispuestos a representar nuestro país? A la docena de artistas catalanes que ya opinado, se suman ahora Salva Racero, Magalí Sare, Ginestà, Cesc Sansalvadó, Sara Roy y Sabor de Gracia. ¿Quién se llevaría los 12 puntos?
Salva Racero (Manresa). Exvocalista del grupo de rock catalán más escuchado, Lax'n'Busto.
“Todo lo que sean músicas y culturas diferentes a la nuestra es interesante. Me acuerdo del triunfo de Måns Zelmerlöw en 2015. En Suecia hay una gran industria musical. Me gustaría defender a Catalunya en el certamen con amor y profesionalidad, aunque debería sentir la candidatura muy mía, ser partícipe de la composición y producción. No tiene sentido cantar una letra que te han escrito. Ese es el principal error del Estado español. Escogen solo el producto”.
Magalí Sare (Barcelona). Es la voz del último anuncio veraniego de la cervecera Estrella Damm.
“Eurovisión es una excusa para escuchar otras lenguas, pero cada vez más se canta en inglés. Se está traicionando la idea inicial del formato. Además, España nunca ha participado en otro idioma que no sea el castellano. Eso me da mucha rabia porque se está descabezando la diversidad europea. Admiro Salvador Sobral y su victoria el 2017. Me encantaría representar al Principat con un tema equilibrado, sencillo y de mensaje social para conmover al público”.
Ginestà (Barcelona). Ganó el Premio Enderrock al Mejor disco de canción de autor (2019).
“El concurso es como ir a un programa de prensa rosa, dentro todo es glamour y, cuando sales, ves que estás en el polígono industrial de Polinyà. Valoramos positivamente el impacto de Conchita Wurst el 2014. Siempre estaremos al servicio de nuestro país, incluso para hacer el ridículo por Europa. Lo que nunca haríamos sería dar legitimidad a Israel. Participaríamos con una canción propia, y algún punto rascaríamos, pero TV3 quedaría endeuda para siempre”.
Cesc Sansalvadó (Barcelona). Sus actuaciones en el metro de Barcelona se han hecho virales.
“Se trata de un encuentro global politizado. No he seguido demasiado el concurso, pero recuerdo especialmente a los finlandeses Lordi el 2006 con aquellos disfraces de monstruos. Sería increíble pisar el escenario eurovisivo abanderando nuestra lengua y cultura. Iría con el estilo que me caracteriza, con una melodía orgánica y toques acústicos y, sobre todo, buscando la proximidad con los espectadores, como si se tratase de una de mis interpretaciones de calle”.
Sara Roy (Manresa). Hizo de mandarina a la tercera generación de las Macedonia (2012-17).
"Me encanta el intercambio cultural que hay, pero que la política se acabe metiendo es el aspecto que menos me gusta. El año pasado, pienso que en Miki hizo un gran número y, con su carisma, aportó un espíritu bien festivo a la celebración. Catalunya tiene un estilo musical muy característico. Sería bonito hacer llegar el catalán en todo el mundo con uno de mis temas o, mejor todavía, poder competir con una propuesta conjunta con otros cantantes de la escena catalana".
Sabor de Gracia (Barcelona). 25 años de trayectoria, el grupo de referencia de rumba catalana.
“Cuando éramos pequeños, ganaba la mejor canción. Ahora, es un espectáculo (sobre todo a partir del Chiquilicuatre) pero, también es un escaparate para promocionarse. Recordamos el triunfo de Céline Dion el 1988. Nosotros somos gitanos e iríamos haciendo lo que sabemos hacer, música cañera con baile, palmas y guitarras. Sería una fiesta de colores, y estamos seguros de que, con nuestra autenticidad, podríamos clasificarnos en las primeras posiciones”.