El star system de la literatura en España no es de este mundo. Cuando menos, si hablamos de determinadas plumas. Las más afiladas del panorama, sí. Seguro que se imaginan por dónde van los tiros. Han acertado, se trata de Arturo Pérez Reverte. El académico, novelista y excorresponsal de guerra es una gran estrella y ejerce como tal. Acaba de presentar 'El italiano', su último título, y ha tenido la gentileza de mezclarse con el populacho firmando ejemplares en la Feria del Libro de Madrid. Hasta aquí, todo más o menos normal. Pero como hablamos de letras, aquí se tiene que ver la letra pequeña. Allí donde los detalles lo dicen absolutamente todo.

La presencia de Pérez Reverte no ha sido ni mucho menos una más de la retahíla de autores presentes en la cita madrileña. Una buena muestra es que ha sido el único autor que se ha presentado en la parada vigilado por dos guardaespaldas de los que dan miedo. Los vídeos y las fotografías que circulan en la red así lo demuestran. Ahora bien, no ha sido el único detalle que ha sulfurado al mundo virtual, incrédulo con la escena protagonizada por el de Cartagena. Un show.

Arturo Pérez Reverte con guardaespaldas en la Feria del Libro de Madrid / Twitter

El séquito del Arturo en la Feria ha sido numeroso. E incluía una esforzada azafata que, pobre, le ha tocado coger un trapo y un bote de desinfectante para purificar los libros que le hacían llegar los fans. Uno por uno, de forma metódica y obediente, eliminaba cualquier bacteria, virus o elemento indeseado de las portadas a fin de que el escritor pudiera estampar su rúbrica y dedicatoria de forma covid-free. Está muy bien. Y hubiera estado mucho mejor si se hubiera aplicado el mismo método y privilegio al resto de escritores y escritoras invitadas al acontecimiento. Pero no, eso ha sido una deferencia exclusiva para él. Tampoco hubiera estado de más que el hombre, si tan preocupado estaba por su salud, hubiera llevado una mascarilla. Ni que sea por solidaridad con los pacientes lectores que lo idolatran, y que hacían llegar sus ejemplares a una distancia considerable y, evidentemente, pasando previamente por las manos de la azafata y responsable de la seguridad biológica del del Editorial Alfaguara. Tampoco que la chica hubiera cambiado de bayeta de vez en cuando. Pero vaya, es una opinión.

Una opinión, eso sí, compartida por centenares de internautas, alucinando con la puesta en escena y el método Reverte. Hacemos un resumen de lo que se puede leer al respecto, que es mucho.

Arturo Pérez Reverte / La Sexta

Reacciones a la escena de Pérez Reverte / Twitter

Lo que decíamos: hay quien no es de este mundo. Y nos lo demuestra cada día.